El futuro imaginado por la ciencia ficción está cada vez más cerca y eso ha quedado claro hoy en Illunbe, donde el centro tecnológico Tecnalia ha presentado su aerotaxi, un prototipo puntero en el Estado que está entre los tres primeros de Europa y que según sus padrinos puede estar en el el mercado en cinco años, siempre en función del marco legal. Una veintena de personas ha trabajado en el mismo y hoy, ante los ojos de un nutrido grupo de periodistas, el aerotaxi ha despegado para realizar un vuelo de un minuto. Todavía sin pasajero.
Tal y como han explicado los responsables del proyecto, el aerotaxi, que funciona con drones y no lleva piloto, está diseñado para el traslado de una persona y su objetivo es cubrir distancias urbanas de un máximo de 15 kilómetros. La velocidad durante los trayectos sería de 90km/h y la altura del vuelo se encontraría entre los 100 y los 300 metros.
El aerotaxi está compuesto por una cabina aerodinámica de 1.8 metros por 2 metros, con puerta y ventana, y por cuatro drones colocados en la parte superior e inferior de la nave. Estos drones se mueven de forma independiente, lo que favorece la estabilidad, eficiencia, precisión y controlabilidad de la cabina y, por tanto, el confort en su interior.
Cuestionados al respecto, sus responsables han expresado que el aerotaxi formará parte de la movilidad urbana con precios competitivos para el usuario.
Joseba Lasa, uno de los responsables del desarrollo, ha explicado que “la principal novedad de la aeronave de Tecnalia reside en que por su arquitectura permite que la cabina pueda mantener su propia orientación independientemente de la velocidad, una ventaja clara frente a los drones convencionales y las actuales aplicaciones tipo air taxi. Esta característica mejora la experiencia de vuelo, permitiendo una sensación similar a la de un automóvil o un autobús, desde el punto de vista dinámico”.
El producto final será autónomo, incorporando las tecnologías de posicionamiento y comunicación del resto de vehículos autopilotados. Tendrá también capacidades de aterrizaje y despegue precisos en espacios reducidos, como una plaza de aparcamiento, y podrá soportar condiciones ambientales adversas, tales como fuerte viento y lluvia, así como minimizar el flujo de aire molesto a la hora de despegar y aterrizar.
El diseño ha sido pensado para maximizar su integración en la vida cotidiana del usuario y la ciudad. Habrá interacción mediante móvil, identificación de la aeronave a pie de calle, será accesible desde la parte trasera de forma cómoda.
A día de hoy el centro tecnológico se encuentra actualmente en fase de negociación con distintos socios industriales para el desarrollo e industrialización del producto final. Cabe destacar que en 2020 Los Ángeles, Dallas, Dubai, Singapur y Tokio realizarán los primeros vuelos experimentales en sus ciudades.
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