Encantó Bette Smith con su álbum ‘Jetlagger’ bajo el brazo ante un público donostiarra que se quedó con la sensación de que la volverá a ver. Y es que el sábado vibraron los presentes en la Cripta del Convent Garden, donde se habían agotado las entradas a la espera de disfrutar de la frescura de esta mujer de Brooklyn que hace gala del soul y del funky, de una buen voz, de mucha diversión sobre el escenario y de un magnífico acompañamiento. Con especial mención a los vientos que la acompañaron durante la actuación, aunque batería y cuerdas no quedaron a la zaga.
Sin ella en el escenario comenzó el espectáculo con ‘Let’s dance’ de Bowie advirtiendo de que iba a haber espacio para el baile.
Bette, con su boa, su vestido dorado y su fuerza eligió ‘Shackle and chain’ para presentarse ante el público y siguió desgranando los temas de su álbum con entrega y mucha, mucha fiesta en el escenario.
Grandes momentos fueron la versión de ‘Chain of fools’, I found love y la potente I will feed you.
Dos horas de concierto y un gran sabor de boca el que deja una artista que conectó desde el principio con el público y además de talento llegó sobrada de simpatía.
Después de Avilés, Madrid y Zaragoza culmina su gira, hoy, en Barcelona.
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