Dos décadas atrás, pasear con Xabier San Martín por San Sebastián debía ser una carrera de obstáculos. Fans haciendo cola para pedir un autógrafo, miradas indisimuladas de ah-ese-es-el-de-rizos–de-la-oreja, saludos de desconocidos; en fin, el engorroso peaje de haberse convertido en una estrella del pop. El fundador y teclista de La Oreja de Van Gogh, de 43 años, vive ahora otra vida. Bastante más pausada. Relativamente anónima. Compone para su grupo, pero también para artistas de masas como Paulina Rubio. Es padre y rara vez sale del Centro, donde vive y tiene el estudio.
Paul San Martín, su hermano, dos años menor, se mueve en una galaxia paralela. Ir al blog
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