El Eiger está y no está en la Parte Vieja. A muchos de los que frecuentan el meollo de lo Viejo (Fermín Calbetón, Calle Mayor, 31 de Agosto, plaza de la Constitución, Ikatz kalea) se les hace cuesta arriba el camino -en realidad, menos de cinco minutos a pie– hasta el bar de la calle General Artetxe. “¿Hasta allí? Qué pereza. Tomamos otra en el Hamabost y listo”. Es una de esas islas diminutas que no sale en los mapas. Hace dos años perdió la compañía del bar Rekalde de la calle Aldamar y se desenganchó definitivamente, como un ciclista que pierde el ritmo del pelotón y se queda solo, descolgado, a su bola en la carretera. Ir al blog
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