(EFE). La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha abogado este viernes en San Sebastián por «expandir la economía social» que, a su juicio, cobra especial relevancia en un «contexto de crisis como el actual, en un momento de guerra, que exige respuestas colectivas y solidarias».
La ministra ha hecho esta apuesta durante la presentación del programa de actos que se desarrollará este año en San Sebastián con motivo de su designación como Capital de la Economía Social 2023.
El acto ha tenido lugar en la sede de la empresa de economía social Gureak, que cuenta con una plantilla de casi 6.000 personas, de las cuales un 57 % tiene algún tipo de discapacidad.
La puesta de largo de la Capitalidad de la Economía Social en San Sebastián, que coge así el testigo a Santiago de Compostela, ha contado con una amplia representación institucional y del mundo de la economía social.
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, la consejera de Trabajo, Idoia Mendia, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, han asistido a este acto en el que se han ensalzado los valores de la economía social, que tiene en la Corporación Mondragón uno de sus principales estandartes.
Yolanda Díaz ha asegurado que uno de los objetivos de esta capitalidad es visibilizar una forma de desarrollo económico que tiene impacto «transformador» en la sociedad.
Ha explicado que la elección de Donostia «no es casual» ya que pone de manifiesto «el peso y la relevancia que tiene, en el contexto europeo e internacional, el tejido de la economía social vasca y los valores de colaboración, cooperación, inclusión e igualdad que la definen».
San Sebastián será escenario de más de sesenta actos que analizarán y difundirán un modelo económico que se caracteriza por anteponer el fin social sobre el capital y reinvertir los beneficios en la empresa promoviendo la solidaridad interna y externa con la sociedad.
Cooperativas, sociedades laborales, centros especiales de empleo, empresas de inserción, fundaciones, cofradías de pescadores, mutualidades y asociaciones de actividad solidaria tienen cabida bajo el paraguas de un modelo que en España proporciona trabajo a más de dos millones de personas y en el conjunto de Europa en torno a 14 millones, lo que supone más del 6,3 % de la población activa.
La vicepresidenta ha subrayado la necesidad de expandir este tejido productivo, que es competitivo y genera oportunidades con innovación social y tecnológica en sectores tan diversos como la industria, los servicios o el marketing.
Para avanzar por este camino, desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social se ha impulsado la nueva Estrategia de la Economía Social 2023-2027, que se prevé aprobar próximamente, así como la tramitación del anteproyecto de Ley Integral de la Economía Social y el PERTE de Economía Social y de los Cuidados.
La ministra ha señalado que la economía social será precisamente una las prioridades en la presidencia de España del Consejo Europeo, que tendrá lugar en el segundo semestre del año.
Por este motivo, San Sebastián acogerá el 13 y 14 de noviembre el Congreso Europeo de Alto Nivel en torno al impacto de la Economía Social como motor de transformación, que será uno de los grandes hitos de la capitalidad de Donostia.
También se celebrará en la capital donostiarra la Reunión del Intergrupo de Economía Social del Parlamento Europeo, del que forman parte más de un centenar de eurodiputados y cuyo objetivo es impulsar una agenda europea que potencie el desarrollo económico y de creación de empleo que ofrece este tipo de empresas.
El acto de presentación de todas estas actividades ha contado también con la presencia del presidente de Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), Juan Antonio Pedreño, la presidenta de la Asociación de Cooperativas de Euskadi, Rosa Lavin, el presidente de la Corporación Mondragón, Iñigo Ucin, y el director general de Gureak, Asier Vitoria.
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