Les costó tres años encontrar un local a su medida. Se embarcaron en una reforma que iba a durar quince días y se alargó dos meses. Y cuando estaba todo listo, abrieron el restaurante de sus sueños un 13 de marzo y el confinamiento paralizó la vida de todos dos días después. A partir de ahí el encierro, la incertidumbre y los malos ratos hasta que por fin, este pasado fin de semana, Orcemio e Hilda han abierto de una vez por todas el Yaku Nikkei en la calle Juan de Garay 5, en el Antiguo, barrio txikitero como ninguno. Los primeros vecinos ya han empezado a asomarse: «Vino una chica este fin de semana, cenó y me pidió la receta de pulpo anticuchero para enamorar a su novio», cuenta Orcemio, más tranquilo. Y es que por fin parece que la suerte responde a una pareja de hosteleros que ha puesto mucho de su parte en esta aventura.
No son nuevos en Donostia. Ni ellos ni sus dos socios, hermanos de Orcemio: Rubén (del restaurante Nikkei de la calle Urdaneta) y Eloy (que hace sushi en el Mercado de San Martín).
Orcemio Martínez Vílchez llegó a Donostia para colaborar en la apertura del restaurante peruano Punta Sal de Gros, muy laureado. Después abandonó ese proyecto y ha trabajado en Ibiza durante la temporada alta dos años seguidos. Hilda Obregón se quedó aquí con los hijos de ambos (Gabriela, de siete años, y Unai, de dos) y a la búsqueda de un local para cumplir su afán. Al fin y al cabo ella ya había sido propietaria de un restaurante en Perú.
La carta del Yaku es un capricho para los amantes de la cocina nikkei, fruto del mestizaje entre Perú y Japón. Pero Orcemio lo quiere dejar claro: «Éste es un local para todos los públicos. Todo el que venga va a encontrar algo que les guste. El público vasco es exigente pero acepta probar nuevos platos».
La primera experiencia con los antiguotarras ha sido este fin de semana. «Se asomaba la gente buscando el bar de antes y nos pedía un pintxo de tortilla. Yo explicaba lo que hacemos y algunos se animaban a entrar. ¿Quieren probar algo crudo o cocinado?, les pregunto. Y a partir de ahí se animan. Y la verdad es que después les gusta y te lo agradecen».
La carta es un capricho y el local, además, anima a quedarse. Y quien prefiera algo rápido dispone de la barra, muy amplia, ideal para tomar algo de paso.
Orcemio destaca alguna de sus propuestas: «El ceviche, que estos días es de dorada pero irá cambiando según el pescado del día; el tiradito, el pulpo anticuchero, el maki acevichado, el philamón con alioli de ají amarillo…» Para beber, entre otras opciones, el Yaku Nikkei tiene una interesante variedad de cervezas, algunas peruanas y japonesas.
El ánimo le ha cambiado a la pareja nada más ponerse Orcemio delante de los fogones e Hilda tras la barra. «El confinamiento nos asustó. Parecía una pesadilla. Era echarlo todo a perder y comenzar de nuevo. Y nos parecía que abrir un local después del confinamiento iba a ser muy complicado», comentaron ambos para DonostiTik. Sin embargo sólo días después de reabrir empiezan a ver la luz.
A su favor tienen la experiencia y el amor que irradian por su cocina. Cuestionado sobre el prestigio internacional de la gastronomía peruana, Orcemio lo atribuye a la enorme variedad de ingredientes. «Tenemos productos de la costa, de la sierra y de la selva, ingredientes distintos en cada zona, y esa biodiversidad aporta mucha riqueza. Todavía ahora hay productos que se van descubriendo y se trasladan a la cocina».
Para terminar la comida el Yaku Nikkei ofrece sus coctel ‘Pisco Sour’ y ‘Sour de maracuyá’, especialidad de Hilda.
La apuesta está echada y toca recibir al público en el Antiguo con maravillosa cocina nikkei y mucha, mucha ilusión.
Yaku Nikkei, Juan de Garay 5
Teléfono: 943577351
Abierto todos los días de la semana de 11 a 16 y de 19 a 23
También comida para llevar
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