Con Woody Allen empezará esta noche el Festival de San Sebastián y al ritmo del director vibra ya Donostia aunque su ausencia a causa del Covid-19 ha pesado bastante a la Organización y también a los donostiarras, muchos de los cuales no se cansaron de verlo el verano pasado rodando en cada esquina. «Mi familia y yo pasamos meses allí y nos rompió el corazón no ir a la inauguración porque disfrutamos muchísimo. Mi mujer hizo ‘trekking’ por todas partes y nos gustó la gente y la comida. Pero esta horrible pandemia lo ha estropeado todo», ha expresado el neoyorquino durante la rueda de prensa en conexión por vídeo llamada.
De esta forma el director ha estado presente en la rueda de prensa (desde su casa) igual que ha hecho el actor Wally Shawn. En Donostia sí se encuentran, sin embargo, las actrices Elena Anaya y Gina Gershon y con ellas el productor Jaume Roures.
La película que inaugura el festival, ‘Rifkin’s festival’, es una declaración de amor hacia el cine, sin duda, y también encierra esos toques satíricos propios de este director que conoce el sector para bien y para mal. «Tengo décadas de experiencia haciendo películas y he experimentado en Europa y Neva York. Y también en la industria de Hollywood. Tengo muchas anécdotas y mucha información. Fue fácil escribir sobre ese ambiente», ha expresado Allen.
Precisamente el director conocía Donostia por su festival, que visitó hace algunos años, y a la hora de rodar en un nuevo enclave en España recordó el Zinemaldi y construyó su guión en torno al mismo.
Cuestionado sobre el cine actual frente al clásico, representado en grandes directores como Bergman o Fellini, Woody Allen se ha mostrado optimista. «Siempre hay artistas cinematográficos que luchan por tener un público. También ahora. El cine comercial siempre domina el mercado aunque antes las películas taquilleras no ganaban millones como ahora. Pero la ecuación es la misma. Los que son artistas surgirán y sus películas se verán. Y sus películas serán más duraderas que las comerciales», ha expresado.
Los actrices Gina Gershon y Elena Anaya han agradecido la oportunidad de rodar con el director aunque sus experiencias han sido bien distintas. La de Gershon, sergún ha dicho, bastante relajada, incluía baños diarios en la playa y paseos antes de rodar. Anaya, que ha alabado la calidad de vida de la ciudad, sus montes y su sostenibilidad, ha dicho entre risas que salía «atormentada» del rodaje.
En todo caso ambas y el actor Wally Shawn han alabado la facilidad que supone trabajar con Allen, «que sabía exactamente lo que quería», ha dicho Gershon. Y en sus alabanzas también se han acordado de Vittorio Storaro, director de fotografía del film.
En la rueda de prensa Elena Anaya, que en la película encarna a una doctora, ha sido preguntada sobre la situación del cine español. Y la actriz ha recordado que ir al cine es sano y ayuda a sobrellevar mejor las épocas difíciles como ésta.
En la despedida el director neoyorquino, que no ha escatimado buenas palabras sobre Donostia, ha deseado buena suerte a su equipo de cara a la presentación del film esta noche.
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