«Quiero presentarle al mundo mi visión de San Sebastián, la visión del paraíso. Como hice con Nueva York». Mañana comenzará el rodaje de la película de Woody Allen en Donostia y el mítico director neoyorquino se ha enfrentado hoy a la prensa en el Kursaal. Un Allen mayor pero activo, aparentemente cansado pero lúcido, consciente del boicot que se le hace en Estados Unidos desde el movimiento feminista ‘Me too’ pero también de la pasión que despierta en Europa. No ha evitado temas escabrosos y ha dejado muy claro que probablemente morirá entre toma y toma porque no piensa retirarse. Y si el donostiarra medio ya tiene la conciencia de lo hermosa que es su ciudad, ha venido Allen a darle la razón y a contárselo al mundo.
«No me gusta irme de Nueva York durante un periodo tan largo. Tuve que pensar en un lugar donde estar bien, cómodo, con mi familia todo el verano. Y recordé San Sebastián, donde había estado con motivo del Festival de Cine y donde había encontrado un encanto especial. Un lugar donde mi familia puede disfrutar», ha expresado el director incluso antes de ser preguntado al respecto.
Junto al director estaban los actores Sergi López, Elena Anaya, Gina Gershon y Wally Shawn y el presidente de Mediapro Jaume Roures. También han acudido el alcalde Eneko Goia y el diputado general Markel Olano.
Se trata de una comedia romántica, eso ya se sabía, que según ha asegurado la actriz Elena Anaya encierra una historia preciosa. Precisamente Allen se ha referido a las comedias y a la necesidad de reírse más allá del contexto social. «La gente quiere reírse y la comedia funciona en todas partes. Puede ser una risa abierta y libre o una risa nerviosa, pero sigue siendo risa«, ha enfatizado el neoyorquino.
También se ha referido a los festivales de cine y ha manifestado que de un tiempo a esta parte están más centrados en lo comercial y en la presencia de estrellas que en dar a conocer películas al mundo como hacían originalmente.
‘Rifkin’s festival’ es el título temporal de la película y Allen ha hablado del equipo actoral protagonista. A Elena Anaya la conoció en ‘La piel que habito’ de Almodóvar y en alusión a ella y sus compañeros se ha declarado «afortunado» por poder rodar con quien quiere. O por lo menos con quien quería, ya que han sido varias las preguntas dirigidas a conocer su opinión sobre los actores que han declarado públicamente que tras las acusaciones de su hijastra no volverían a acompañarlo.
En este punto el director ha sido muy elegante: «Soy un producto de los grandes actores y actrices con que he trabajado. Soy un director espartano, les doy mucha libertad y son libres de improvisar». Y para el equipo que le va a acompañar en este nuevo rodaje ha deseado lo siguiente. «Mi esperanza es que se diviertan y hagan una buena contribución a la película, así pareceré mejor director».
En lo que se refiere a la distribución de sus últimas películas, que se enfrentan a vetos en Estados Unidos, ha manifestado que ese tema no depende de él y que espera que los films se vean en la mayor parte posible de lugares «y entretengan y diviertan».
Allen ha dejado muy claro cuál es su refugio ante esta situación de ‘sospechoso’ en que se encuentra: «Siempre estoy centrado en mi trabajo, sin importar qué ocurra en mi vida, con mi mujer, mis hijos, los acontecimientos actuales, la política… esto absorbe todo mi esfuerzo siete días a la semana».
El director ha asegurado que rodará «por toda la ciudad», también en los alrededores (están confirmados los rodajes en Zumaia y Pasaia), y que el mar será importante en el film.
Y con enorme expectación en Donostia, por fin, mañana, empieza el espectáculo.
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