«He pasado mucho tiempo buscando olas, mucho. Y es difícil de justificar. Tenía que explicar en un libro por qué lo he hecho». William Finnegan siempre había escrito sobre los demás, de hecho lleva años trabajando en el New Yorker como periodista y ha cubierto varios conflictos bélicos. Un buen día decidió que debía contar sus aventuras surferas, aventuras que él mismo se encarga de desmitificar («la mayoría de los días son malos»), y su novela ‘Años salvajes’ logró que quienes nunca se han subido a una tabla también vibren con sus páginas.
Para Finnegan se trata de una historia sobre la juventud, la amistad, los cambios en la vida… y se declara «feliz» de que tan lejos de su tierra, Nueva York, haya sido comprendida y apreciada. De hecho hoy tenía un motivo doble para estar aquí, en Donostia, ciudad que ya visitó cuando tenía 17 años y andaba «a la búsqueda de Hemingway». Ahora tiene 63 y los motivos que le han hecho retornar también son literarios.
Por la mañana el Gremio de Libreros le ha entregado el Euskadi de Plata (en euskara el galardón ha recaído en Juan Luis Zabala por su obra ‘Txistu eta Biok’), y por la tarde Finnegan, invitado por la Diputación y por la Federación Gipuzkoana de Surf, se ha juntado con los surfistas donostiarras en el Aquarium para charlar sobre olas. «Yo me siento escritor», ha expresado cuando se le ha preguntado por su doble papel. «Pero si me junto con un surfista puedo hablar toda la noche sobre esa ola que he cogido, por ejemplo, y escucharle. Ayer mismo me encontré con uno».
Finnegan considera que la visión que da su novela del surf «no es romántica», de hecho parodia que «quienes lean el libro no van a querer empezar a practicarlo», y cree que el problema de esta afición o disciplina (no quiere llamarlo «deporte») radica en que «hay demasiada gente y no hay buenas olas para todos», opinión que seguro comparten sus lectores.
La simpatía de William Finnegan, que ha hecho verdaderos esfuerzos por hacerse entender estos días en un castellano bastante aceptable, no ha pasado inadvertida. Ni para los amantes de las letras (esta mañana le acompañaban en la Biblioteca Central de San Jerónimo el escritor Juan Luis Zabala, la directora de la Red de Bibliotecas Arantza Urkia, la directora de Cultura María José Telleria y el presidente del Gremio de Libreros Andoni Arantzegi), ni para los amantes del surf. Por la tarde, en el Aquarium, han debatido con él la presidenta de la Federación Gipuzkoana de Surf Maialen Sáez, el escritor Iñigo Urdinaga, Sancho Rodríguez (creador del Surfilmfestibal y Savage Cinema) y el diputado Denis Itxaso.
No ha tenido problemas el escritor y periodista en responder y en ‘mojarse’ cuando se le ha preguntado sobre temas ajenos a su actividad. Por ejemplo sobre Trump, que considera «es una ola que Estados Unidos sí logrará surfear». Lo cierto es que la política es el terreno donde más se ha movido como escritor. «Años salvajes’, sin embargo, es una historia personal», puntualiza Finnegan. «Y se ha leído mucho más…»
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