«El Wavegarden de Aizarnazabal desaparecerá si se instala la ola artificial en Donostia, y la obra estará sometida a un riguroso estudio independiente de impacto medioambiental que deberá ser aprobado por el órgano correspondiente. Si el estudio resultara ser desfavorable, nosotros seríamos los primeros que decidiríamos desestimar el proyecto como ya se ha hecho en otras ocasiones». Así se expresan los responsables de Wavegarden en un comunicado hecho público hoy respecto a la ola artificial prevista en Antondegi.
Y es que la ola artificial que se prevé construir en Antondegi ha levantado críticas de los grupos ecologistas y ha supuesto el inicio de una recogida de firmas. También ha provocado el nacimiento de una plataforma contraria al proyecto y la adhesión a la misma de una quincena de surfistas del Territorio que hace unos días criticaban la futura instalación de Wavegarden. Faltaba la respuesta de la empresa, que en un comunicado se pronuncia al respecto y asegura que «se ha faltado a la verdad». Incluso hace una declaración de intenciones.
«Wavegarden Donostia sentaría un precedente mundial por usar la primera tecnología capaz de desarrollar parques de surf 100% autosuficientes«, expresan los responsables de la empresa en el comunicado. Cabe apuntar que Wavegarden tiene 5 parques abiertos en la actualidad y 43 proyectos en desarrollo en todo el mundo.
«En la actual ubicación, Aizarnazabal, no podemos abrir las puertas al público, principalmente, por las limitaciones de acceso. En cambio, el nuevo proyecto sí que permitiría que por fin abramos la puerta a la sociedad guipuzcoana», aseguran, haciendo hincapié en que no será un centro «elitista como se ha dicho», ya que la entrada costará aproximadamente entre 20€ y 40€. «Cualquier persona, con o sin experiencia previa, podrá venir a surfear».
Por otro lado Wavegarden critica el argumento de que «ya hay olas en el mar»: «Hoy en día está aceptado que haya rocódromos habiendo montañas y piscinas existiendo el mar, ¿por qué negar una instalación equivalente a los surfistas?», preguntan, sin obviar una referencia a la masificación de la Zurriola.
Los responsables de la empresa aseguran que el uso de las instalaciones será principalmente local. «Si tenemos en cuenta los datos del resto de nuestras instalaciones abiertas, el porcentaje de visitantes no residentes no superará el 20%».
Wavegarden informa de que con la modificación del Plan General que el Ayuntamiento pretende aprobar, el
terreno dejaría de ser urbanizable. El ayuntamiento convertiría en zona verde un terreno que hasta ahora está destinado a uso residencial, reservando 6 de las 97 hectáreas de Antondegi para una instalación de olas artificiales, lo cual supone solo un 6% del total de la superficie sujeta a aprobación.
Respecto al consumo de energía solo se consumirá 1 kWh por una ola de 1,95m. «Por este motivo la instalación se alimentará con células fotovoltaicas (energía solar)». Y aseguran que no habrá consumo de agua, ya que la recolección del agua de lluvia compensará las perdidas por evaporación.
Por otro lado «la fuente de financiación será totalmente privada, la inversión la hará Wavegarden, y el precio de la entrada será popular porque el objetivo de la instalación no será la rentabilidad, sino el desarrollo de la I+D de la compañía». «Por supuesto que Wavegarden recibe subvenciones como la mayoría de las empresas guipuzcoanas que invierten en I+D, todas debidamente justificadas. Muchas de las financiaciones recibidas son a devolver y la compañía así lo está haciendo de manera rigurosa», expresan en el comunicado que también incluye la siguiente declaración de intenciones.
Declaración de intenciones de Wavegarden de cara a su ola artificial en Donostia:
• Colaboraremos con fundaciones y asociaciones especialistas en biodiversidad para asegurarnos de que estamos generando un impacto en el entorno positivo.
• Colaboraremos con asociaciones ornitológicas para mantener y fomentar el incremento de la migración y anidación de las aves locales.
• Estudiaremos la forma en la que podemos asegurar la creación de corredores verdes para conectar los hábitats de la zona.
• Nos comprometemos a realizar la plantación de todas las especies autóctonas en el área del parque, y si fuera necesario generaríamos zonas verdes en los alrededores para mantener y fomentar el ecosistema de la zona.
• Compensaremos la huella de CO2 generada durante la construcción y operación con la replantación de bosques.
• Estaremos sometidos, como siempre, a informes medioambientales independientes que valorarán la viabilidad y sostenibilidad del proyecto.
• Nos comprometemos a que la fuente de energía de nuestro proyecto sea 100% renovable y que la mayoría sea de producción local.
• Se hará uso de paneles solares para conseguir la energía necesaria que permita calentar el agua para duchas y edificios.
• Fomentaremos la movilidad eléctrica habilitando cargadores para vehículos eléctricos de todo tipo (coches, motos, bicicletas, patinetes, etc.).
• No habrá consumo de agua, ya que nuestra recolección del agua de lluvia compensará las perdidas por evaporación.
• Asimismo, a posteriori, seguiremos captando agua de lluvia para compensar el agua que perdemos por evaporación.
• Aunque en el caso de Antondegi no habría consumo de agua, nuestro consumo de agua anual es inferior al que genera una piscina olímpica.
• Nuestro sistema de tratamiento de agua nos permite adquirir el compromiso de que el agua sea siempre 100% biodegradable.
• Nos comprometemos a utilizar materiales de construcción lo más eficientes posibles en la transmisión de calor, siguiendo los principios de la arquitectura sostenible y la bioconstrucción.
• Controlaremos el origen de materiales evitando logística innecesaria y promoviendo el consumo local.
• Podemos asegurar un uso mínimo de hormigón para la construcción de la laguna, aproximado al de un frontón o skatepark.
• Nuestra construcción es 100% desmantelable, lo que implica que la reinserción de la parcela en el ecosistema será posible sin ninguna afección.
• Tenemos el compromiso de colaborar con los colegios locales en la educación del océano y en el conocimiento de las corrientes.
• La instalación será accesible para todos. Nos comprometemos a establecer precios análogos a otros deportes de la zona para público recurrente.
• Nos comprometemos a crear una instalación inclusiva y a colaborar con asociaciones que trabajan con personas con diversidad funcional e intelectual, así como con colectivos en riesgo de exclusión social para fomentar su reinserción.
• La instalación también será un centro de tecnificación para surfistas y deportistas, una instalación referente en el mundo donde podrán entrenar a las selecciones y equipos de surf para los eventos más importantes.
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