Esta misma tarde recogerá el Premio Donostia y pasará a formar parte de la «impresionante lista de actores» que ya han recibido el reconocimiento «y también de la historia del cine». Pero sabe de sobra Viggo Mortensen que hace mucho que forma parte de la historia del cine, no en vano lleva 38 años «vinculado al medio y sin perder nunca la curiosidad».
Viggo Mortensen es tranquilo, muy educado e irónico en sus respuestas. Y ha contado sin pudor cómo animaba a su madre a que fuera cine para que le viera en sus primeras películas, películas en que finalmente habían recortado sus escenas y no aparecía ni en los títulos de crédito. «Yo le decía: mala suerte, mamá. Pero a la segunda vez me preguntó que a ver qué estaba haciendo…»
Mortensen ha venido a Donostia con su primera película como director debajo del brazo, ‘Falling‘, una historia con tintes autobiográficos sobre la vejez de un hombre complicado y los choques con el hijo que le cuida.
El propio Viggo Mortensen trabaja en la película (tuvo que hacerlo para lograr la financiación) y ha alabado especialmente el trabajo del actor Lance Henriksen, que pone rostro a toda una generación de hombres más bien machistas y reacios al progreso.
«Algo habrá hecho bien este padre cuando pese a todo su hijo decide cuidarlo», ha comentado un periodista, a lo que Mortensen ha respondido con total claridad: «Algo hizo bien la madre. La madre es la conciencia moral de la película, es la protagonista silenciosa. Aunque a veces el padre también sorprende porque no todo es negro o blanco».
Ha dicho el cineasta que no se queja de la suerte que ha tenido en su carrera profesional, pero también considera que hay que «estar listo para un golpe de suerte». Si la economía se lo permite, volverá a dirigir. Pero ha dejado claro que no será millonario con ‘Falling’ y que sacar adelante cine independiente resulta muy complicado.
La película está dedicada a Agnés Varda y a su hija, a las que conoció antes de que la directora francesa falleciera. La hija le cedió el asiento en un avión para que pudiera charlar con ella y lo hizo durante tres horas en que hablaron «de cine y de la vida». «Ella sabía que tenía poco tiempo por delante, pero tenía proyectos y seguía trabajando».
Fue Varda la que le dijo, y lo tiene muy presente, que hay que despertar en el espectador el deseo de conocer y ver las cosas por sí mismo. «No hay que contarlo todo».
Al final de la rueda de prensa Mortensen se ha dirigido a los presentes para solemnemente agradecer al Festival de San Sebastián que se esté celebrando en esta 68 edición. «Hay que seguir adelante», ha dicho el actor, consciente de la necesidad de difundir optimismo «aunque no es cuestión de ignorar lo que está ocurriendo».
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