Todos recordamos aquellas estupefactas caras de una multitud de padres blandiendo sus DNIs ante la puerta cerrada del Consulado de España en Kiev, “exigiendo” la inscripción de sus hijos traídos al mundo mediante un vientre de alquiler en una clínica ucraniana y alegando como razones urgentes para hacerlo el fin de un permiso laboral concedido por su empleador u otras de tipo médico que necesitaban el regreso de los bebés a nuestro país. Ir al blog
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