La Ertzaintza y la Guardia Civil, dentro de la denominada operación Tahocei-Lizar, han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes en varios puntos de Bizkaia y en Castro Urdiales (Cantabria). Hay diez detenidos ya en prisión, uno de ellos es agente de la Ertzaintza.
Según el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco la investigación fue iniciada por agentes de la Ertzain-etxea de Sestao al detectar a varias personas que pudieran estar cultivando y traficando con marihuana en varios puntos de su demarcación.
Siempre según la misma fuente se constató que la Guardia Civil tenía abierta una investigación sobre uno de los sospechosos, por lo que se acordó realizar una operación conjunta e informar al Juzgado de Barakaldo que tenía abiertas diligencias previas.
Tras verificar ambos cuerpos policiales la existencia de la organización criminal dedicada al tráfico de drogas, el pasado jueves se llevó a cabo la fase de explotación del operativo en la que participaron, de manera conjunta, agentes de la Ertzaintza y de la Guardia Civil.
Se practicaron 16 entradas y registros en domicilios y locales de Bizkaia, en los municipios de Abanto-Zierbena, Alonsotegi, Barakaldo, Basauri, Bilbao, Erandio, Leioa, Portugalete y Sestao, además de otra entrada y registro llevada a cabo en la localidad cántabra de Castro Urdiales.
En total diez personas fueron detenidas por delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, revelación de secretos y pertenencia a organización criminal. Una de las personas detenidas es un agente de la Ertzaintza.
Los agentes participantes en el operativo se incautaron de un total de 78.840 euros en metálico.
En cuanto a sustancias estupefacientes, el resultado fue la aprehensión de 19.592 gramos de hachís, 22.973 gramos de cogollos de marihuana, 10 kilogramos de picadura de marihuana, 1.300 gramos de cocaína, 40 gramos de MDMA o “éxtasis” y 900 gramos de sustancias de corte.
También fueron desmanteladas cuatro plantaciones indoor de marihuana con un total de 5.273 plantas en diferentes fases de crecimiento, que utilizaban electricidad enganchada a la red de manera ilegal. Además, fueron ocupados 14 teléfonos móviles y 6 vehículos utilizados por los detenidos.
Tras finalizar las diligencias policiales, el sábado los detenidos fueron puestos a disposición judicial y se decretó el ingreso en prisión de todos ellos.
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