(EFE). «Está claro que si la Guardia Municipal no interviene ese día yo no estaría aquí sentado porque aquello no fue una pelea», ha explicado este lunes la víctima de una brutal agresión ocurrida en la Parte Vieja de San Sebastián la madrugada del 9 de septiembre de 2016.
A raíz de la paliza, el damnificado tuvo que permanecer cuatro días hospitalizado y sufrió «policontusiones, contusiones faciales, una herida incisa en la ceja izquierda y un hematoma periorbitario con fractura no desplazada del suelo de la órbita», así como la rotura de los incisivos superiores y una «subluxación de la sutura frontozigomática izquierda», además de una herida en el labio inferior y casi pierde la visión de un ojo.
Dos de sus cuatro presuntos agresores se han sentado hoy en el banquillo de los acusados de la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa para ser enjuiciados por estos hechos con la ausencia de uno de los procesados, ya fallecido, y la inasistencia del cuarto, que se encuentra huido de la justicia en paradero desconocido.
La Fiscalía de Gipuzkoa reclama penas que oscilan entre los cinco y los seis años de cárcel para los imputados por un delito de lesiones con la agravante de abuso de superioridad, así como la de reincidiencia en el caso de uno de los encausados, todos ellos de origen extranjero.
«No sé que querían conseguir pero no fue una discusión o una pelea sin más», ha señalado hoy con voz pausada y serena la víctima, cuyo testimonio ha centrado este lunes la primera sesión del juicio, en la que ha identificado a los acusados presentes en la sala como dos de sus agresores.
«Me golpearon en el suelo varias veces» ha detallado este hombre, quien ha aclarado que durante la paliza pidió a quienes le golpeaban que le dejaran «en paz», mientras ellos le decían: «ahora no te pones chulo cabrón».
«Del susto que tenía, me oriné encima. Ni noté que me habían arrancado las paletas de una patada. Ya era como… otra patada más, otra patada más y otra patada más. Sólo quería que por favor me los quitaran de encima. Se me hizo eterno, no puedo decir cuántas patadas me dieron en la cabeza, pero sí que fueron más de dos, de tres, de cuatro y de cinco», ha relatado.
Según ha aclarado, el incidente se había iniciado poco antes en un bar de la Parte Vieja donde se encontraba con a un amigo con el que había comenzado a charlar con unas chicas que había en la barra, cuando se acercaron dos de los acusados y le empujaron en un par de ocasiones para ponerse después ha hablar con las jóvenes, tras lo que se inició una discusión en la que uno de los acusados se le encaró.
Ha precisado que esta situación a él le dio «miedo» y así se lo relató al portero del pub, quien le dijo que no quería problemas y les sacó a los cuatro a la calle, donde se produjo un «forcejeo» entre su amigo y uno de los procesados, mientras el otro se quitaba la camiseta y le espetaba: «tú y yo».
El le dijo entonces que no se iba a «pegar» y pidió que alguien llamara a la Policía Municipal, situación ante lo que los dos agresores abandonaron el lugar.
«Yo tenía miedo y fuimos a otro bar que estaba a tope, pero mi amigo tenía el ojo magullado y dije, vámonos a casa que ya nos han fastidiado la noche», ha recordado el perjudicado, quien «justo al salir» de ese segundo local se dio cuenta de la llegada nuevamente de los acusados y más personas y, al girarse, notó «un puñetazo en la cara» que le tiró al suelo donde comenzó a recibir «patadas» y una paliza que, según ha comentado, le va a dejar «marcado de por vida».
Momentos antes de esta declaración, ha testificado el primero de los inculpados, quien ha explicado que él pasaba por el lugar cuando vio que había una persona el suelo recibiendo puñetazos y patadas, por lo que se acercó con intención de «separar» a los contendientes.
El procesado, que ha admitido que aquel día había consumido cocaína y alcohol, ha indicado que en ese contexto notó que alguien se le acercaba por la derecha y, pensando que le iba a golpear a él, le dio «cuatro puñetazos» para defenderse, si bien ha negado haber pegado «para nada» al que estaba en el suelo.
El segundo procesado ha negado también haber tomado parte en la agresión ya que, según ha dicho, aquel día se encontraba en Marbella.
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