Las tres concejalas del Ayuntamiento donostiarra Naiara Sampedro (EH Bildu), Amaia Martin (Irabazi) y Ane Oyarbide (PSE-EE) han formado parte de la delegación vasca que ha hecho un viaje institucional al Sáhara. Desde el campamento de Auserd, donde han estado asentadas con familias saharauis «disfrutando de una gran generosidad», se han movido por la zona, han conocido los proyectos que desarrolla Euskal Fondoa y se han entrevistado con autoridades locales como el histórico Brahim Gali, secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Las tres coinciden en la principal conclusión: «La ayuda humanitaria llega. Los niños están escolarizados y comen. Pero el problema que padece el pueblo saharaui se ha cronificado y sólo lo pueden resolver los grandes poderes como la ONU, la Unión Europea o el Estado Español».
Y es que la alegría innata del pueblo saharaui que tanto impacta a quienes recorren los campamentos (era la primera visita para Amaia Martin y Ane Oyarbide, la segunda para Sampedro) no logra ocultar la realidad de quienes se ven obligados a vivir en sus territorios como si fueran extranjeros a causa de la ocupación de Marruecos.
Explicó Amaia Martin que a día de hoy el gran drama es «el expolio» por parte de Marruecos de los productos saharauis, algunos importantísimos como los fosfatos que se utilizan para la agricultura o las reservas acuíferas. «El pueblo pide que no se extraigan del Sáhara Occidental productos sin permiso, pero se sigue haciendo». En ese sentido consideran las concejalas que ahora se puede dar un momento histórico, ya que próximamente emitirá una sentencia el Tribunal Europeo que podría llegar a declarar ilegales las transacciones con Marruecos si éstas no cuentan con el visto bueno del pueblo saharaui.
Pese a que las necesidades más básicas parecen cubiertas, destacan las ediles que sí hay carencias en materias como la sanidad. «Es uno de esos lugares donde una gastroenteritis te puede llevar a la muerte», explicó Naiara Sampedro, añadiendo que en ocasiones «retrasan al máximo los partos porque llegan mujeres a dar a luz, no tienen hilo de coser y las tienen que trasladar a otro hospital. Los casos más graves van a Tinduf».
En ese sentido las tres llaman a la sociedad vasca a no olvidar este conflicto porque el pueblo saharaui sobrevive a merced a la ayuda humanitaria. Una ayuda humanitaria que el presidente Brahim Gali agradeció al pueblo vasco durante la visita oficial. Gali también transmitió su esperanza por poder avanzar en el terreno político. Precisamente la delegación vasca también tuvo la oportunidad de entrevistarse con Afapredesa (la Asociación de Presos y Desaparecidos de Sáhara), que tiene mucho que contar.
En esta tesitura este martes 27 de febrero se celebrará el 42 aniversario de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática). «Una visita como ésta te permite ver dos cosas: que es esencial lo que se hace desde aquí porque les ayuda a sobrevivir y, sobre todo, que ellos mantienen la esperanza de vivir en libertad», expresó Oyarbide. Una esperanza que les anima a salir todos los días a reivindicar sus derechos.
«Tienen amor y alegría, viven de manera colectiva y unida». Y eso, desde el punto de vista de las tres, es lo que mantiene a los saharauis firmes en su objetivo.
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