Miembros de Eguzki ha puesto en conocimiento de la Guardia Municipal de Donostia que desde la esquina del puente Santa Catalina y el Paseo de Francia se produce un vertido continuo de aguas fecales al Urumea.
Al parecer el colector tiene serias grietas y las aguas fecales que transporta, tras atravesar la pared, llegan directamente al Urumea a través de una decena de orificios. El desagradable olor que se genera ha permitido detectar el problema.
El pasado mes el colectivo ecologista denunciaban que por el aliviadero, los días de lluvia, se vertían aguas pluviales junto a fecales al río. «Transcurrido un mes seguimos sin conocer las causas y el volumen de los vertidos, pero ahora la situación es todavía más preocupante. No sólo se producen vertidos fecales los días de lluvia, sino todos los días a través de la pared, independientemente de la climatología».
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