Un colectivo vecinal del donostiarra paseo Arriola (barrio del Antiguo) ha remitido un comunicado en el que vuelven a protestar contra el proyecto de hostel o albergue juvenil con 220 camas que «la empresa Liderko pretende poner en marcha en el sótano de los números 15-17-19 y 21 de la referida calle», y que a su juicio es ilegal en varios aspectos. Por eso no entienden que el Ayuntamiento haya otorgado licencia de obras, recurrida por el grupo pero ignorada, por lo que anuncian un recurso contencioso-administrativo.
En una nota firmada por «la comisión nombrada por la Junta de la Comunidad de los números 15 y 17 de paseo Arriola» se afirma que dicho hostel «no cumple con la normativa recogida en el Plan General de Urbanismo, así como en la normativa de carácter técnico que resulta de aplicación», supuestos incumplimientos «que quedan demostrados en los estudios periciales realizados por dos diferentes arquitectos colegiados de la ciudad».
El hostel no cumple, a su entender, «tanto desde el punto de vista del planeamiento urbanístico aplicable en la ciudad (usos permitidos) como desde el punto de vista técnico (evacuaciones de incendios, ventilaciones, salidas de humos, instalaciones)». Por lo tanto, se expone a los eventuales huéspedes «a un potencialmente grave riesgo vital».
«A la vista de la licencia otorgada», relatan, «se presentó recurso en vía administrativa, poniendo en conocimiento del Ayuntamiento las deficiencias de las que adolecía el proyecto presentado por Liderko; sin embargo, y para nuestro asombro, dicho recurso administrativo ha sido inadmitido de forma absolutamente infundada por parte del Ayuntamiento, sin entrar a examinar las carencias
detectadas por nuestros informes técnicos». Por tanto, la comunidad a la que representan «se ha visto abocada a presentar recurso contencioso-administrativo contra dicha licencia ante los juzgados pertinentes».
De paso, los firmantes muestran un «total desacuerdo» con el apoyo consistorial a «semejante negocio turístico en una ciudad ya de por sí absolutamente saturada de establecimientos de estas características. Entendemos que la habitabilidad y la convivencia en
nuestro barrio -y, por ende, en la ciudad- se deteriorarían profundamente en caso de ponerse en marcha este establecimiento, como ha quedado demostrado en infinidad de ocasiones en esta y otras muchas ciudades».
Deja un comentario