Un grupo de vecinos del barrio de Amara Viejo ha presentado hoy una denuncia firmada por 179 afectados ante varias instituciones: el Ayuntamiento de Donostia, el Gobierno Vasco, la empresa adjudicataria Euskal Trenbide Sarea (ETS), el Ararteko y el propio Juzgado. La razón es «la insoportable situación provocada desde el 24 de febrero por los ruidos y vibraciones nocturnos que están soportando en sus casas», debido a «las obras de la pasante del Metro». Y reclaman, entre otras cosas, que las máquinas no actúen por las noches y se cumpla la normativa municipal en ese aspecto.
«Los tremendos ruidos de la obra impiden conciliar el sueño y descansar por las noches a muchos vecinos de las calles de la Salud, Amara Alto y Autonomía», relatan los afectados en una nota de prensa. «Esta situación está provocando graves estragos en la salud de los vecinos, dándose numerosos casos de alteración del sueño, fatiga, cefaleas, ansiedad y estrés. Entre estas personas, hay vecinos que han tenido que coger la baja por ansiedad y gente que se ve obligada a medicarse para poder dormir algo. Varias personas se han visto obligadas a dejar su casa para poder dormir, teniendo que buscar acogida en otros domicilios de familiares y amigos».
Siempre según la versión de los firmantes, «las mediciones de ruido realizadas por la Policía Municipal han dado valores de entre 35-60 decibelios dentro de las casas, en habitaciones y salas de estar». Unas cifras que resultan «muy superiores a los 27 decibelios establecidos como máximo nivel de ruido permitido en horario nocturno (de 22.00 a 8.00 horas) en la Ordenanza Municipal que regula la contaminación acústica».
Entre las reivindicaciones complementarias a la general figuran, por ejemplo, «que subsidiariamente se asuma la responsabilidad del pago de los gastos del alojamiento al que nos tengamos que trasladar, por haberse convertido en inhabitables nuestros domicilios». O que ETS actúe con más «transparencia».
Los vecinos anuncian también una reunión de afectados el martes, 2 de abril, a las 20.00 horas en los locales de AmaraBai (c/ Amara, 17). Antes, el jueves 28 de marzo, también darán una rueda de prensa para ampliar lo difundido hoy.
Tensión en torno a las mediciones
Estos vecinos denuncian además que el 13 de marzo el director de la UCOM (Unidad de Control de Ordenanzas Municipales de la Policía Municipal) les comunicó que, a partir de ese día, no iba a haber sonómetros disponibles en un plazo de «unas dos semanas». Según el comunicado, les argumentaron eso porque, «al parecer, uno de los aparatos se perdió, y se les ha averiado el único que tenían».
Esto se traduce en que, «actualmente, la Policía Municipal no tiene ni un aparato con el que realizar inspecciones del cumplimiento de la Ordenanza Municipal de ruidos y vibraciones. Debe ponerse de manifiesto que a pesar de que en el Ayuntamiento son conocedores de los problemas que están sufriendo los vecinos, no se están interesando por nada, y no están vigilando que se cumplan sus ordenanzas».
Mientras tanto, Euskal Trenbide Sarea les habría respondido que las mediciones realizadas por la Policía Municipal «no son válidas». Pero, añade la nota, «no se ha presentado durante casi un mes en las viviendas de los afectados para hacer las mediciones que ETS considera como válidas», y que habrían sido solicitadas «con muchísima insistencia» por estos. «La empresa adjudicataria de las obra debe hacer dichas mediciones según dicta el Plan de Vigilancia Ambiental de proyecto de obra del Metro de Donostia».
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