Agentes de la Ertzaintza detuvieron ayer a un varón de 51 años acusado de intentar sabotear las instalaciones de una empresa de Urnieta en la que había trabajado. Según responsables de la empresa el arrestado fue despedido hace dos años por sustraer material de las instalaciones que después vendía para su propio beneficio. Desde entonces la empresa había sufrido numerosos sabotajes por valor de unos 200.000 euros.
El incidente se produjo a las 4.50 horas de la madrugada del domingo, cuando una llamada alertó a la Ertzaintza de un posible robo en una empresa ubicada en un polígono industrial de Urnieta. Una patrulla se desplazó al lugar y sorprendió a un individuo en el interior de las instalaciones cuando manipulaba un vehículo al que había cortado todo el cableado interior del habitáculo del motor.
Los agentes identificaron al sospechoso, que llevaba una peluca y una media cubriendo su cabeza. Entre los objetos que portaba hallaron diversas herramientas y un bote de pegamento.
Tras comprobar que había forzado la valla perimetral y que había inutilizado una de las cerraduras de una de las puertas procedieron a su arresto.
El arrestado era un antiguo empleado de la empresa que había sido despedido hacía dos años al percatarse sus responsables de que sustraía diverso material que posteriormente ponía a la venta. Desde entonces las instalaciones habían sufrido diversos sabotajes sumando daños por un valor aproximados a los 200.000 euros.
El detenido fue trasladado a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias y posteriormente ser puesto a disposición judicial.
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