(EFE). El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado este miércoles ayudas directas de 200 euros al mes por cada hijo hasta los tres años para familias cuyas rentas no superen los 100.000 euros anuales, una medida que entraría en vigor en 2023.
Estas ayudas se incluyen en las propuestas que el Gobierno Vasco va a incluir en la Estrategia vasca del Reto Demográfico que tiene previsto aprobar el próximo mes de junio.
Urkullu ha adelantado algunas de las medidas recogidas en este documento durante el pleno monográfico sobre el reto demográfico que celebra el Parlamento Vasco, a iniciativa de EH Bildu.
Ha explicado que las ayudas de 200 euros al mes por hijo a cargo hasta los tres años se dirigirán a las familias «que no superen una renta estandarizada superior a los 100.000 euros» y serán además compatibles con las deducciones fiscales actuales y con las ayudas por hijo de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).
Así, ha especificado que las familias que cumplan el requisito de la renta percibirán 2.400 euros al año por descendiente, hasta los tres años, y contarán también con el ahorro que suponen las deducciones fiscales por un hijo -950 euros anuales- y por dos -alrededor de 2.100 euros-.
Asimismo se mantendrán las actuales ayudas a familias numerosas entre los 4 y los 7 años.
En esa estrategia se priorizan asimismo otras medidas como la gratuidad educativa en la etapa de 0 a 2 años mediante el refuerzo del consorcio Haurreskolak y la habilitación de préstamos subsidiados o sin intereses y de devolución a largo plazo para proyectos de emprendimiento, formación o vivienda de los jóvenes.
Ha enumerado además la ampliación de las ayudas a los jóvenes de hasta 36 años para el alquiler hasta los 275 euros mensuales dentro del programa Gaztelagun.
También ha puesto en valor el refuerzo de las ayudas a la conciliación y en este sentido ha recordado las que se han introducido en el sector público como el permiso, no transferible, de 16 semanas para cada miembro de la pareja y, adicionalmente, el permiso de lactancia de 150 horas.
Se han mejorado, en el sector público y privado, ha añadido, las ayudas a la conciliación para el cuidado de familiares en situación de dependencia y se han reorientado las ayudas a personas trabajadoras en situación de excedencia para garantizar la cobertura económica de las excedencias por paternidad.
«Con este conjunto de medidas estamos configurando un ecosistema de condiciones favorables para la emancipación y la construcción de familias», ha destacado.
Pero ha advertido de que «no hay medidas que por sí solas tengan efectos milagrosos» y ha incidido en que la apuesta de su gobierno es impulsar un sistema de ayudas «sostenido y sostenible» que cree un marco de condiciones favorables para la emancipación y para que las familias tengan los hijos que deseen «sin retrasos forzados por la falta de condiciones».
Para revertir el descenso demográfico también ha destacado la trascendencia de la inserción migratoria y en este sentido ha vuelto a reclamar al Estado la transferencia de la competencia en materia de migración y permisos de trabajo.
Ha señalado que en los últimos 20 años la población en edad laboral en Euskadi se ha reducido en 92.000 personas y la previsión es que se reduzca en 220.000 personas más para 2050.
En las próximas tres décadas, ha continuado, será necesario incrementar la población en edad de trabajar «en cerca de 400.000 personas» y «no cabe duda de que la inmigración contribuirá a paliar en parte esa necesidad».
Durante su intervención en el pleno, en el que ha abogado ante los grupos parlamentarios por alcanzar «grandes acuerdos», Urkullu ha reconocido que la situación demográfica en Euskadi «no es buena».
Ha indicado que la edad media de emancipación de la juventud vasca es de 30,2 años, cuatro años más tardía que la media europea, y que la edad media con la que las mujeres tiene su primer hijo es de 32,6 años frente a los 29,2 de la media de la UE.
La tasa de natalidad en Euskadi es de 1,28 hijos por mujer, una de las más bajas de Europa y en el sistema educativo la etapa de Infantil ha perdido casi 11.000 matrículas en Euskadi en los últimos seis cursos, ha apuntado.
En definitiva, ha reiterado, el objetivo de la estrategia es promover un cambio en la tendencia negativa tanto en la edad de emancipación como en las tasas de natalidad para transitar hacia un escenario de recuperación demográfica.
La estrategia, ha concluido, tendrá también en cuenta los cambios de las estructuras familiares con el fin de apoyar la diversidad familiar, la igualdad de trato y la no discriminación.
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