Meses se lleva hablando de la situación en Onkologikoa y de la «infrautilización» denunciada por profesionales del centro. En la última semana se ha constatado que es un elemento de conflicto dentro de la sucesión de noticias negativas en relación con la OSI de Donostialdea. DonostiTik habla con Iñigo Jaca, buen conocedor de «la deriva» que denuncian los sectores profesionales respecto a este centro, ya que fue su director general desde 1991 hasta diciembre de 2008. Cuando, tal y como él mismo recuerda, ya se hablaba de integración.
Parece que Onkologikoa es parte importante del conflicto que se vive en la OSI Donostialdea. ¿Cómo lo percibe usted?
Onkologikoa lleva tres años siendo víctima de la prohibición de la libre elección de los ciudadanos e igualmente de una política de prohibición de las derivaciones de pacientes por un sistema de mercado cautivo como es el público. Tres años de vergonzosa infrautilización, esperando que sus profesionales se vayan a otros hospitales por no darles trabajo, como si sobrasen cirujanos, anestesiólogos etc… Los jefes de Servicio del Hospital Donostia y las direcciones de la OSI de Donostialdea no han sido ajenos al mantenimiento de esta política. Han preferido dirigir pacientes a otra privada antes que a Onkologikoa. Cuando parece que se quiere buscar una solución y resolver este problema surge este conflicto.
Apuntaban los jefes de Servicio a que desde Osakidetza se aboga por una integración que no sería tal, y sobre todo denuncian falta de trasparencia sobre el futuro del centro. ¿Cómo valora usted estas denuncias?
En mis últimos años en Onkologikoa ya se hablaba de esta integración. Los representantes de Osakidetza hablaban de integración funcional y nosotros defendíamos la integración orgánica. Desconozco la existencia de un nuevo plan y los términos de la integración que proponen. Lo que sí conozco es que hay una microbióloga y un patólogo trasladados al HUD y que solo han sido integrados funcionalmente y no orgánicamente. Son médicos sin tarjeta, como si fueran una contrata.
Se ha hablado incluso de levantar infraestructuras que den unidad al conjunto sanitario incluyendo a Onkologikoa. Como conocedor del centro ¿Por qué abogaría usted?
Ya sigo abogando por una integración orgánica y funcional, como se hizo con los trabajadores del Hospital de Gipuzkoa, los de Basurto, los del Alto Deba. Creo que urge redactar un plan estratégico del conjunto hospitalario con Onkologikoa incluido, pero también auditaría previamente la actividad de todos los Servicios del Hospital para corregir las ineficiencias si las hubiere y analizar resultados.
¿Cree que se resolverá la situación de cara al futuro del centro?
Onkologikoa está seriamente dañado por la falta de recursos tecnológicos y profesionales, por el desmantelamiento sufrido, si bien su cultura y método de trabajo eran muy apreciados por sus pacientes y ello también sigue siendo un valor.
Representación de los pacientes
¿Le sorprende a usted el cariz que han tomado los acontecimientos en la OSI de Donostialdea?, ¿cómo valora usted lo que está ocurriendo?
Sí, me ha sorprendido que unos ceses de jefes de Servicio, incluso algún despido y sanciones a médicos, no hayan tenido una respuesta solidaria de los compañeros. Sin embargo el cese de estas directoras ha levantado verdaderas pasiones y cánticos a la desobediencia. A más de uno le recomendaría la lectura de los clásicos y de Sexto Empírico para que vean si conviene atemperar un poco sus juicios y el discurso.
También me ha sorprendido ver la cantidad de subdirectores y jefaturas de Servicio de ese hospital. La mano de obra indirecta, la de los que no atienden directamente a los pacientes, siempre me ha parecido un lujo, sobre todo cuando hay tantas listas de espera.
Este divorcio evidente entre las altas esferas de Osakidetza con Sagarduy al frente y los jefes de Servicio, ¿sería evitable?, ¿hubo tiempos mejores o es lo habitual y ha estallado ahora?
Quizás el eslabón intermedio, las direcciones del hospital, no pudieron o no supieron articular esa relación entre el Departamento y la alta Dirección de Osakidetza. Pero sí, es extraño que no haya existido una mayor participación en el diseño integrador del futuro, en la elaboración de un Plan Estratégico que incluyera a Onkologikoa y a sus trabajadores, máxime cuando en la propia Fundación Onkologikoa uno de los patronos es el Departamento de Salud.
¿Qué opina sobre la centralización de especialidades en Bizkaia?
Más me preocupa que en el último Monitor de Reputación Sanitaria (MRS) de España el Hospital Universitario de Donostia haya quedado en el puesto 67. Esto sí que me preocupa y mucho, cuando Euskadi es la Comunidad que más invierte por ciudadano y año. Y esto sí es reprochable al departamento de Sanidad, pero también a los directivos y jefes de Servicio del HUD.
La Radiocirugía se perdió como referencia en Onkologikoa tras años de liderazgo, pero nadie se inquietó. Ahora quieren llevarse esa cirugía a Cruces. A nadie parece preocuparle que el HUD no tenga cirugía cardiaca, etc.. Al paciente, lo que le interesa, es que allí donde se le intervenga se haga con todas las garantías y que los resultados sean excelentes.
¿Cómo debería manejarse este conflicto desde su punto de vista?
A mí me gusta escuchar a los médicos cuando hablan de pacientes, pero no cuando hablan por ellos, cuando intentan sustituirlos. Yo echo en falta, en Euskadi, que existan asociaciones de pacientes cuyo objetivo sea la defensa de los intereses de estos. Funcionan en Europa y realizan un excelente papel en estas disputas entre Administración y profesionales, pues ellos también intervienen. Lamentablemente en Euskadi carecemos de esas asociaciones, de esa cultura de defensa de los intereses de los pacientes, y de su intermediación en los conflictos. Más información sobre la crisis en Osakidetza, aquí.
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