Los jardines del parque de Aiete cuentan con una nueva escultura. Se trata de “Urdina”, un homenaje a las 22 víctimas donostiarras deportadas a los campos de concentración nazis.
El 28 de enero de 2020 la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de San Sebastián aprobó por unanimidad una declaración institucional en la que se expresaba la solidaridad con quienes lucharon por las libertades y contra el nazismo, al tiempo que se comprometía a impulsar la memoria histórica de las víctimas deportadas donostiarras. Se calcula que 150 vascos, 22 donostiarras entre ellos, fueron deportados a los campos de exterminio nazi entre 1940 y 1945.
Fruto de aquella declaración se acordó levantar una obra que recordase la memoria de las víctimas. Se ha colocado ya en los jardines del parque de Aiete. La Concejala de Igualdad y Derechos Civiles, la socialista Ane Oyarbide, ha explicado que “se trata de un espacio cúbico abierto de 2,5 metros de alto, fabricado en hormigón armado, que trata de evocar un búnker, uno de los muchos símbolos que nuestra memoria guarda de aquella dura guerra y de aquellos episodios.”
El cubo irá siendo progresivamente colonizado por plantas trepadoras, concretamente parras, que lo irán cubriendo a modo de heridas que van cicatrizándose, en palabras de sus creadores. En su exterior también se han plantado rosales blancos.
La escultura, obra de Iñigo Piñera, ganador del concurso convocado al efecto, se puede visitar también en su interior, donde se han grabado los nombres de los 22 donostiarras que padecieron la deportación a los campos de exterminio nazi.
En otro lado del cubo, una “ventana vertical” permite visualizar el árbol de Ana Frank plantado en el parque y se ha colocado un texto en euskara y castellano que evoca a esta joven alemana de ascendencia judía que tras pasar dos años escondida en su casa fue descubierta y enviada a los campos de exterminio.
“Casi todas las mañanas subo al desván a respirar aire puro y desde mi rincón favorito miro el cielo azul y las ramas desnudas del castaño”, escribió. Junto a este texto de su famoso diario hay otro texto explicativo: “Este árbol creció del castaño que Anne Frank, víctima del holocausto nazi, veía desde el desván de la casa donde estuvo escondida en Amsterdam entre los años 1942 y 44″.
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