Urbaser se hace con la incineradora ante el silencio de los tribunales y el desacuerdo de parte de la sociedad

Tal y como estaba previsto Urbaser, la UTE formada por las empresas locales LKS, Moyua, Murias y Altuna y Uría, se hará cargo de la construcción y la gestión de la incineradora tras la licitación de esta mañana. Tal y como estaba previsto, también, las bondades del «complejo medioambiental de Gipuzkoa» reiteradas minutos después por el diputado general Markel Olano y el de Medio Ambiente José Ignacio Asensio siguen sin convencer a parte de la sociedad. De hecho la plataforma GuraSOS continúa pendiente de la decisión del Juzgado Contencioso Administrativo Nº3 acerca del recurso que presentó en contra de la licitación. Y mientras Olano y Asensio se felicitaban ante la prensa, una nutrida manifestación recorría el centro de la ciudad en contra del proyecto.
Poco ha habido de nuevo en lo expuesto por los diputados tras este paso esencial del consorcio de residuos GHK para que en 30 meses está funcionando la incineradora. «Dijimos que lo haríamos y lo haremos bien», expresó Olano, quien ha reiterado que Gipuzkoa contará con la incineradora «más avanzada» de las grandes capitales europeas.
Ha sido Asensio quien ha aportado datos técnicos sobre el controvertido proyecto, que ha sido adjudicado por 768 millones de euros a razón de 24 millones anuales durante 32 años y que según las autoridades gipuzkoanas «reducirá en un 70% las emisiones de dioxinas fijadas por la normativa europea». Según Asensio el alto nivel de tecnología situará la incineradora muy por debajo de los parámetros de emisiones fijados por la normativa europea y estará preparada para normativas aún más exigentes que estén por venir. Y generará 80 empleos, como ya se había dicho.
¿Convendría haber esperado para la adjudicación a que se pronunciara el juzgado? «Gipuzkoa no podía esperar», sentenció Asensio. Desde GuraSOS, la plataforma de padres de familia que ha recurrido el proyecto y alega motivos de salud y falta de consenso social, sí siguen esperando y declaran su «sorpresa» ante el silencio del juez. Y consideran la licitación «una huida hacia adelante».

[gmedia id=156]