(EFE). La tan difícil a veces unidad sindical en Euskadi se ha materializado para dar el visto bueno al convenio de la Construcción de Gipuzkoa, que se firmará el 28 de julio al no haberse podido suscribir este martes por problemas técnicos.
Tras el anuncio ayer de ELA de que aceptaba la propuesta de la patronal porque respondía a los objetivos de este sindicato, el mayoritario en el sector con el 72 % de la representación, LAB, CCOO y UGT han dado a conocer hoy su adhesión a este acuerdo, que tendrá una vigencia de tres años y establece aumentos salariales del 4 % para 2022 y del 1,25 % más IPC para 2023 y 2024.
Si este lunes ELA decía que la última propuesta de la patronal recoge «aspectos muy positivos» para el sector, hoy LAB ha asegurado que se ha conseguido «un buen convenio gracias a los planteamientos de unidad sindical y huelga» reivindicados por esta central.
«Ahora el reto será otro, que este convenio que podemos considerar digno se respete y se aplique«, señala el sindicato abertzale, que denuncia que en la construcción es «cada vez más habitual» que no se respete el convenio o que existan falsos autónomos «aprovechando el desconocimiento y las necesidades de los trabajadores migrantes y racializados».
«En esto la responsabilidad de la patronal es directa, pues su actitud ante este problema se basa en un pasotismo absoluto», afirma LAB, que también hace alusión a «la lacra» de los accidentes de trabajo mortales, que suma «doce víctimas en lo que va de año en Euskal Herria sin que la patronal haya realizado un planteamiento serio para solucionarlo».
CCOO dice, por su parte, que la propuesta final de la patronal, aunque no recoge todas sus reivindicaciones, sí lo hace «con lo más relevante», como los aumentos salariales y la reducción de la jornada en 6 horas durante la vigencia del convenio.
Esta central advierte de que «quedan pendientes diversas mejoras que deben ser prioridades a futuro para hacer atractivo un sector de la construcción con gran capacidad de generación de empleo en Gipuzkoa y que elimine la competencia desleal entre empresas que aprovechan el incumplimiento del convenio para hacer negocio a costa de los trabajadores».
FICA-UGT señala en una nota que suscribirá el acuerdo «para corregir en lo posible la pérdida de poder adquisitivo» de los más de 15.000 trabajadores del sector «ahogados por una inflación desbocada».
Este sindicato asegura que, tras más de seis meses de «arduas negociaciones», ha decidido firmar el convenio «por responsabilidad, ya que lamenta que lo acordado «no sea más ambicioso en materias como conciliación, teniendo en cuenta que la población cada vez envejece más, o los complementos por incapacidad».
«UGT tiene claro que no suscribirlo sería una irresponsabilidad. Con la firma de esta subida salarial se devuelve la dignidad a un sector tan marcado por la precariedad laboral, algo que no ocurre en otros sectores donde otros sindicatos prefieren no firmar convenios y, por tanto, dejan a los trabajadores sin una subida salarial que agudiza la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación».
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