(EFE). Una niña de 9 años ha denunciado haber sido víctima de abusos sexuales por parte de un vecino, a cuya casa acudía para que la hija mayor de éste le ayudara con los deberes de la ikastola, y contra el que se ha dictado una orden de alejamiento para proteger a la menor con la que tampoco podrá comunicarse. La representante legal de la niña presuntamente abusada recurrirá en apelación ante la Audiencia de Gipuzkoa el no ingreso en prisión provisional del investigado.
Según recoge el auto de adopción de medidas cautelares contra el presunto agresor, al que ha tenido acceso EFE, los hechos habrían tenido lugar el pasado 7 de noviembre, cuando la niña acudió al domicilio del investigado, donde se sentó en un sofá para ver unos dibujos junto a la hija menor de éste, de 3 años, a la espera de que su hermana mayor llegara al domicilio para ayudarla con los deberes.
El documento aclara que el hombre se habría sentado entonces entre las dos niñas, puso una manta sobre los tres y presuntamente sometió a la víctima a distintos tocamientos de índole sexual con una mano, mientras que con la otra supuestamente hacía lo mismo con su propia hija, de 3 años, hasta que en un momento dado llegó la esposa del hombre y éste se separó de las pequeñas.
Una semana más tarde, el 14 de noviembre, la víctima regresó nuevamente al domicilio y en un momento dado el hombre le habría cogido la cara con las dos manos y presuntamente le forzó a darle «un beso en los labios», si bien la perjudicada logró mover la cabeza hacia abajo y lo recibió en la nariz.
No obstante, en un segundo intento, ella no logró evitar que presuntamente el adulto le diera dos besos «en los labios».
Tras la denuncia presentada por la madre, el juzgado que investiga lo ocurrido consideró que, «sin perjuicio de lo que pueda valorarse durante la instrucción, existe actualmente una situación objetiva de riesgo que merece de una protección» de la víctima pues, aunque el hombre ha negado los hechos, el relato de la menor «ha sido mantenido en el tiempo» sin «contradicciones» en las tres declaraciones que ha prestado hasta el momento.
Asimismo, la «exploración judicial» a la que fue sometida resultó «creíble», además de haber proporcionado «una multitud detalles» y responder de forma «coherente y firme» en varias ocasiones.
Por otra parte, el auto dictado el pasado día 16, no ve «razonable» el motivo alegado por el investigado de que la madre haya interpuesto la denuncia por «venganza», porque él no quería que la niña estuviera en su casa porque en la localidad en la que todos residen «se comentaban cosas malas» sobre su madre.
Unos días después de que se dictara la orden de protección de la víctima, su abogada Diana Méndez, solicitó el ingreso del investigado en prisión provisional, que fue denegado el pasado día 23 por el juzgado, al entender, entre otros argumentos, que «no existe riesgo de fuga» y que la niña está «protegida» por las medidas cautelares ya adoptadas.
En un nuevo auto, al que ha tenido acceso EFE, la magistrada que instruye el caso recuerda además que «no consta» ninguna denuncia por parte de la esposa del investigado sobre los hechos supuestamente cometidos contra sus propia hija.
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