La Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi MUGAK inaugurará este viernes en el Convento Santa Teresa las dos últimas exposiciones de su primera edición. Una de ellas mostrará edificios reconocibles de Donostia desaparecidos durante las últimas décadas, y con el título ‘La ciudad que perdimos. Gestión del patrimonio urbano en San Sebastián 1950-2017’, está comisariada por la asociación Áncora. La otra exposición se denomina ‘A fine line: Scenarios of bordering conditions’, y es el resultado de un taller organizado por Atari con material de 16 estudios de arquitectura repartidos por el mundo. Ambas podrán ser visitadas desde el viernes 22 hasta el 28 de enero en el cierre de esta edición de la Bienal.
La presentación de las exposiciones ha corrido a cargo de la directora foral de Cultura, María José Tellería, además del comisario de la Bienal, Pedro Astigarraga.
La muestra ‘La ciudad que perdimos. Gestión del patrimonio urbano en San Sebastián, 1950-2017’ se detiene en la ciudad que sólo permanece en la memoria de las personas, plagada de edificios que han desaparecido en las últimas siete décadas.
Desde Martutene hasta Igeldo pasando por Altza, Amara, el Antiguo o Ibaeta, el recorrido no se detiene únicamente en el patrimonio icónico de la ciudad, sino que busca superar la zona más emblemática de San Sebastián y poner en valor otro tipo de obras. El patrimonio urbano de la ciudad cuenta con ejemplos de patrimonio industrial o de la arquitectura vernácula como los caseríos, que “merecen ser puestos en valor”, explican en Áncora. La muestra se compone de dos centenares de elementos visuales entre fotografías, planos originales que no están disponibles para la ciudadanía y dibujos de valor histórico como una acuarela de tres metros de largo del edificio de La Perla que buscan “reflexionar sobre el uso que dan las ciudades a su patrimonio construido como una manera de reivindicar su valor”. La muestra se nutre de más de 700 imágenes del Archivo Municipal de San Sebastián, la Fototeca de Kutxa, la Diputación y el Diario Vasco.
No falta en esta muestra un espacio para los movimientos sociales y las movilizaciones ciudadanas que han surgido en la ciudad con motivo de la desaparición del patrimonio simbólico de San Sebastián como la Casa de Tomás Gros, en el barrio que tomó su nombre, la fábrica de gas, las Torres de Arbide o el Casino Kursaal. Son ejemplos que han impulsado una “especial respuesta de la ciudadanía, han motivado la creación de asociaciones en defensa del patrimonio”, indican.
Respecto a ‘A fine line: Scenarios of bordering conditions’, se trata del resultado sobre un proyecto de investigación sobre arquitectura y fronteras que ha implicado a profesionales de la disciplina de distintos países.
Se trata de imágenes, vídeos y textos sobre qué significan las fronteras para ellos, desde un país imaginario llamado Borderland hasta propuestas que se cuestionan a quién pertenece el aire cuando se traspasan las fronteras entre países.
En total son 16 piezas vídeos que sintetizan cada propuesta de frontera y que componen una muestra de seis minutos sincronizada con otra muestra audiovisual, la creada por la ciudadanía donostiarra, 16 muestras gráficas que evocan las ideas sobre el concepto de frontera de los estudios invitados. Entre ambas partes, se busca “construir un diálogo” con las 32 piezas audiovisuales.
A lo largo del proyecto, comisariado por Maite Borjabad, Lluís Alexandre Casanovas, Enrique Espinosa, Lys Villalba y con la dirección artística de Jorge López Conde, ha participado una treintena de personas.
Una exposición de MUGAK recuerda ‘La ciudad que perdimos’
La Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi MUGAK inaugurará este viernes en el Convento Santa Teresa las dos últimas exposiciones
Temas: sucesos
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