Noche de emociones en el Victoria Eugenia. Opus Lirica ha puesto en escena ‘La Cenicienta’ demostrando, una vez más, que se puede hacer muy buena ópera en casa, y además ha subido al escenario a la ya mítica mezzosoprano Teresa Berganza para nombrarla ‘Madrina de Honor’ de la agrupación minutos antes de que comenzara el espectáculo. Todo ello en un teatro bien nutrido y bien predispuesto de antemano y, además, el año en que se cumple el segundo centenario del estreno de la obra de Rossini.
El peso de lo local era evidente. Además de la orquesta, parte del coro es de Musikene y varios de los solistas también son de la tierra. Entre ellos la mezzosoprano andoaindarra Marifé Nogales, Cenicienta, y con ella sus hermanastras: la soprano errenteriarra Haizea Muñoz y la mezzosoprano donostiarra Lucía Gómez. El elenco local se amplía con la incorporación de un grupo de baile clásico de la Escuela de Música y Danza conformado por siete bailarinas.
El joven burgalés Eduardo Portal se ha encargado de la dirección y varios solistas españoles e italianos han completado la escena.
Cenicienta volverá a repetirse hoy en el Victoria Eugenia y con ello Opus Lirica vuelve a subir un escalón en su firme trayectoria.
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