El esgrima en Gipuzkoa atraviesa un gran momento. El resultado «excepcional» que acaba de conseguir el cadete pasaitarra Markel Amat en el recientemente concluido campeonato del mundo, donde ha logrado clasificarse entre los 16 mejores, es «representativo de que se están haciendo bien las cosas».
Así lo asegura, en una charla mantenida con DonostiTik, Igor Otaegui, todo un referente a la hora de hablar de este deporte en nuestro territorio. Desde hace más de de dos décadas vinculado como profesor al C.D. Fortuna, este maestro de esgrima y medallista en el Campeonato Mundial, entre otros éxitos, considera que esta práctica deportiva «goza de muy buena salud, no sólo ya en Donostia, sino en todo Gipuzkoa, donde actualmente ya hay 7 clubs donde poder disfrutar de este deporte«.
Beneficios de este deporte
En la actualidad, solo en Donostia, hay 120 personas que practican asiduamente, alguna de las 3 modalidades, sable, florete y espada, de esgrima. Cerca de una decena de ellas lo hacen en silla de ruedas, una práctica «muy beneficiosa» y en la que destaca el otro maestro de esgrima de nuestro territorio, Alexander Prior, también del Fortuna.
«En el esgrima, al igual que en el atletismo, se entrena en equipo, pero se compite individualmente. Y todos valemos para poder practicarlo, da igual nuestra edad o condición física. El arma te iguala con los demás. Y además, nadie se queda en el banquillo, todos pueden disfrutar de un combate, es muy divertido», asegura Otaegui.
«En un combate, no buscas un problema, encuentras una solución. Y eso es un ejercicio muy bueno para la mente. Trabajas la coordinación, la concentración, ganas en seguridad en ti mismo. Siempre defendemos que el esgrima tiene la elegancia de la danza, la estrategia del ajedrez y el valor de las artes marciales» explica el maestro.
Romper tabúes
No son pocos los prejuicios o tópicos que rodean a este deporte. «Hay gente que, influenciada por las películas, se cree que aquí se viene a batirse en duelo, a realizar combates espectaculares, agresivos, y se decepciona», lamenta Otaegui. Sin embargo, el principal tabú que tienen que romper es «la creencia de que se trata de algo caro». «La gente ve normal irse a esquiar, o comprarse cada temporada una camiseta o toda una equipación de la Real Sociedad, cuando, por ejemplo, por ese precio te puedes comprar un traje de competición de esgrima que te puede durar perfectamente muchos años».
Sin Federación Gipuzkoana
El buen estado que atraviesa este deporte no tapa, sin embargo, las dificultades por las que suele atravesar el mismo, sobre todo, a la hora de poder encontrar nuevas fórmulas de financiación. Igor Otaegui reconoce que «la Diputación nos ayuda, y eso es clave, pero no existe una Federación Gipuzkoana de Esgrima. Sin este organismo, por cuya creación llevamos años trabajando, es casi imposible conseguir sponsors y apoyo económico«.
El polideportivo Pío Baroja acoge en una de sus salas el principal centro de entrenamiento en la capital gipuzkoana, el que gestiona desde hace décadas el C.D. Fortuna. De cara al verano volverán a organizar cursillos para acercarse a esta disciplina, pero la actividad no cesa en todo el año. Diariamente se imparten clases para gentes de todas la edades que buscan, espada en mano, encontrar alguna solución a los problemas que nos plantea la vida. Puede que no la encuentren, pero al menos, en el intento, habrán pasado un rato agradable y saludable.
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