Gorka Irazusta y su hijo Hodei, de doce años, se acercaron ayer al Aquarium donostiarra a donar un cráneo de un calderón, conocido también como ballena piloto, de la familia de los delfines.
Hodei, muy amante de los animales junto a su aita paseando, paseaba por el Flysh de Zumaia a principios de año cuando encontró la cabeza de un calderón entre las rocas. Viendo las dimensiones del esqueleto decidieron trasladarlo al Restaurante Txortena, que regentan los padres de Hodei en el barrio Oikia de Zumaia. Y ahí surgió la idea de trasladar el cráneo al Aquarium donostiarra, donde lo recogieron ayer la directora Esther Irigaray y el conservador Alex Larrodé. Los responsable del Aquarium prometieron a Hodei que después de analizarlo se expondrá junto a otros ejemplares en el museo donostiarra.
Esta especie es uno de los delfínidos más abundante en el Atlántico. Posee un cuerpo robusto con una longitud de entre cinco y siete metros y un peso de entre los 1.800 y 3.500 kg. Son animales muy sociales, viven en familia y viajan en grupos de hasta cien, organizados en torno a un líder.
Un niño de Zumaia entrega al Aquarium el cráneo de calderón que encontró en el Flysh
Gorka Irazusta y su hijo Hodei, de doce años, se acercaron ayer al Aquarium donostiarra a donar un cráneo de
Foto: Aquarium
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