(EFE). El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de San Sebastián ha ordenado paralizar el derribo del interior del edificio Bellas Artes de San Sebastián, cuya propiedad había comenzado las obras tras obtener la licencia municipal para dedicarlo a alojamiento turístico.
Apenas dos semanas después de que el alcalde donostiarra, Eneko Goia, diera por terminada «la historia de conflictos» de este inmueble en desuso desde hace más de tres décadas, el titular de ese juzgado ha emitido un auto en el que adopta como medida cautelar la suspensión de las obras, reclamada por la agrupación cívica Áncora, que se opone a la transformación del «cine más antiguo de España».
En un auto que lleva fecha del pasado viernes, 8 de octubre, al que ha tenido acceso EFE, el juez señala que en este caso aprecia «circunstancias de especial urgencia» y por ello adopta «la medida cautelar de suspensión de la ejecución de la resolución administrativa recurrida» sin necesidad de oír previamente a «las partes contrarias», en este caso al consistorio donostiarra y a la empresa propietaria.
Insta a ambos, al Ayuntamiento y a la Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos (SADE), a que, en el plazo de tres días, «aleguen lo que estimen procedente».
«Recibidas las alegaciones o transcurrido el plazo en su caso, el juez dictará auto sobre el levantamiento, mantenimiento o modificación de la medida adoptada, el cual será recurrible conforme a las reglas generales», precisa el magistrado en su auto.
Para el juez, ha quedado acreditada «la concurrencia de circunstancias de especial urgencia» a la vista de los documentos aportados por Áncora, entre ellos una fotografía que muestra que las obras en el interior del antiguo cinematógrafo «habrían ya comenzado».
Añade que, además, que el edificio figura con categoría de Monumento en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco por Orden de 4 de marzo de 2015.
Dice que el derribo interior y la intervención sobre las fachadas protegidas, «que implicaría la rehabilitación y ampliación autorizada en la licencia sobre el exterior del mismo», «conlleva en sí un perjuicio irreparable o de muy difícil reparabilidad».
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