(EFE). Un joven de 19 años natural de Zumarraga (Gipuzkoa) se encuentra en estado crítico tras ser víctima de una paliza que le habría propinado un grupo de 30 personas en Bélgica el pasado 1 de noviembre, frente a una salida del metro en el barrio de Molenbeek en Bruselas.
Según informa el grupo público de comunicación EITB y en su página web, el afectado tiene varias fracturas en la cara y en la cabeza, y «se debate entre la vida y la muerte».
Fuentes consulares confirmaron este martes a EFE que la víctima de la agresión es un ciudadano español.
El joven fue encontrado gravemente herido a la salida de la estación de metro de Beekkant, y dos testigos dijeron a la RTL que unas treinta personas se aproximaron y comenzaron a golpearlo con objetos de metal, bates de béisbol o incluso patinetes.
Un tío de la víctima afirmó a ese medio que el día 1 salió por la tarde a jugar al fútbol con sus amigos, pero que nunca regresó.
Aseguró que no se explica la agresión, puesto que Soufyane es “sociable” y “caía bien a todo el mundo, todo el mundo le apreciaba”.
La Fiscalía, que se ha hecho cargo del caso, explicó a la agencia Belga que el día 1, hacia las 21.05 hora local, la zona de policía de Bruselas Oeste recibió una llamada informando de que una persona herida estaba tendida en la vía pública, en el bulevar Edmond Machtens, cerca de la estación de metro de Beekkant.
Cuando la policía llegó al lugar, los servicios de emergencia ya estaban prestando los primeros auxilios a la víctima a la espera de una unidad médica de urgencia.
La víctima presentaba varias heridas en la cabeza y dificultades respiratorias y fue trasladada al hospital en estado crítico.
La investigación sigue abierta para determinar las circunstancias exactas de la agresión, motivo por el que la Fiscalía ha asegurado que no hará más comentarios sobre este caso
La familia, que ya ha interpuesto una denuncia por lo sucedido, ha explicado en declaraciones a la televisión vasca ETB que el joven vive en Bruselas con su tío y que lleva algo más de un año trabajando en Bélgica.
Los progenitores del agredido, naturales de Marruecos, se han desplazado desde Zumarraga a Bruselas. La familia llegó a Zumarraga hace unos 14 años y, según ETB, es «conocida» y está «integrada en la localidad».
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