El 28 de noviembre de 1959, como atestigua la placa, fue inaugurado este frontón en Trebonne, una localidad rural en el condado de Hinchinbrook, Queensland, en tierra australiana. Y es que si bien la diáspora vasca se desarrolló principalmente en América latina y Estados Unidos, también tuvo vida en Australia, aunque muy discreta en comparación. Pero dejó su huella, como se ve en este frontón en que todo viajero vasco que se precie no puede evitar pararse para sacar fotos.
Trebonne es un pueblito en que en 2021 vivían 430 personas. Según Auñamendi Eusko Entziklopedia entre 1910 y 1930 algunos vascos adquirieron propiedades de caña azúcar precisamente en Queensland. Pese al ‘parón’ que supusieron la Gran Depresión, la Guerra civil española y la segunda Guerra Mundial, a mediados de los 60 la colonia vasca de Australia contaría con cerca de 2.000 individuos.
En este apogeo llegaron a fundarse tres organizaciones hoy casi desactivadas: en 1964 los vascos de Melbourne formaron un club social llamado «la Sociedad vasca Gure Txoko»; dos años después hicieron lo mismo (y pusieron el mismo nombre a su centro) los vascos de Sydney, y en 1970 nació una sociedad en Norte Queensland.
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