Más de un curioso preguntó si se trataba de una especie de altar profano, realmente tenía el tono, pero no. Se trataba del atrezzo con el que los amigos de los colombianos residentes en Irun, David y Karol, quisieron acompañar la declaración de amor que él le tenía preparada a su novia, y que transcurrió en la playa de la Concha en pleno espectáculo de música y fuegos artificiales el sábado por la noche. Los amigos, en fin, habían acudido antes de la cita para ponerlo todo bonito y estaban ansiosos cuando vieron que el espectáculo estaba por comenzar y los miembros de la pareja no aparecían. Finalmente llegaron y, con ese escenario, ya estaba parte del trabajo hecho. Karol se mostró encantada y salió todo conforme a lo esperado.
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