Es la misma crítica de todos los veranos y sin embargo no se toman medidas. «Esto es lo único que dejan los pelágicos irlandeses y franceses en nuestros puertos. Arrasan nuestra costa machacando los atunes con sus grandes redes y atrapando con ellas todo tipo de especies. Pez espadas, delfines, tortugas…»
La imagen tomada por un arrantzale de bajura es de las últimas horas en Ondarroa, donde descargó un barco irlandés el pescado destrozado. Y la crítica de Eguzki va más allá: «La venta la hacen directamente sin pasar ni por las cofradías. Los únicos beneficiados son ellos y los mayoristas. La pregunta es: ¿en qué conserveras acaba este pescado pelágico?»
La pesca con arrastre pelágico (con redes) es una lacra para la fauna, es poco específica y provoca después numerosos descartas, además de que los productos llegan a puerto en un estado lamentable.
Cabe recordar, como hizo ayer Eguzki, la tremenda imagen de un pez espada víctima de las redes el año pasado por estas fechas y que fue descargado también en Ondarroa.
La pesca con redes pelágicas está prohibida tanto en España con en las aguas de Euskadi por sus respectivas administraciones, principalmente porque atrapan y arrastran todo lo que se pone en su camino y genera muchísimo descarte. “Y es que, en definitiva, el arrastre consiste en echar una red lastra con forma de embudo entre dos barcos que van moviéndose y recogiendo todo lo que haya a su paso. Estás redes que pueden tener una boca del tamaño de un campo de fútbol no sólo atrapan la especie objetivo, sino de todo tipo, ya sean comerciales, no comerciales o protegidas como tortugas, delfines e incluso ballenas”.
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