Un año ha pasado ya desde el derrumbe del vertedero de Zaldibar, una catástrofe humana (no ha aparecido aún el cadáver de Joaquín Beltrán) y ecológica sin precedentes en Euskadi. Hoy el Gobierno vasco ha confirmado que el vertedero se clausurará definitivamente cuando se termine con la búsqueda. Hasta el lugar se han acercado el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y la consejera Arantxa Tapia. Mientras se sucedían las concentraciones organizadas por Zaldibar Argitu en todas las localidades de la zona.
Zaldibar Argitu insiste en que la responsabilidad por lo ocurrido no puede limitarse al ámbito privado. Y en mantener la búsqueda del cadáver de Joaquín Beltrán, extremo que hoy ha garantizado el Gobierno vasco.
La plataforma recuerda que en este punto de la geografía vasca se acumuló basura sin control, incluido amianto, hasta que se produjo el derrumbe y su posterior incendio que llevó a los responsables a pedir a los habitantes de la zona que cerraran durante varios días las ventanas.
La coordinadora general de Podemos Ahal Dugu, Pilar Garrido, ha exigido este sábado al Gobierno Vasco que «asuma su responsabilidad». Garrido ha denunciado, en un comunicado, que lo único que ha hecho el Gobierno Vasco ha sido «escurrir el bulto y volcar toda la responsabilidad en la empresa Verter Recycling», a pesar de que la Unión Europea está investigando al ejecutivo autonómico por su «nefasta gestión».
La dirigente de la formación morada ha recordado que la Unión Europea investiga las causas del derrumbe «ante los claros indicios de que las graves deficiencias que presentaba el vertedero debieron haber sido detectadas por el Gobierno Vasco como responsable de la autorización y control de la actividad del vertedero».
La información oficial
Las cifras demuestran la magnitud de la intervención de emergencia que se está realizando de forma continuada en el vertedero de Zaldibar: se han excavado 525.000 m3 de residuo para la estabilización del vertedero, de los cuales 372.038 m3 se han rastrillado y cribado para la búsqueda.
A pesar de que en marzo se procedió a la declaración del Estado de Alarma por el Covid-19, apenas un mes después de producirse el incidente, la Administración ha continuado con las actuaciones que venía realizando en el emplazamiento desde el día 6 de febrero de 2020. La consejera ha subrayado que “se han trabajado 360 días de 365, incluso en condiciones meteorológicas muy adversas”.
Se han instalado más de 140.000 m2 de láminas de geosintéticos, se han ejecutado 2.500 metros de carril hincado, se han dedicado 24.500 horas de retroexcavadora, 15.000 horas de vehículos extraviales, 4.900 horas de maquinaria de compactación, 75.000 horas de mano de obra y 19.500 horas de ingeniería.
Pese a que las condiciones meteorológicas en esta época del año no son las más favorables para los movimientos de materiales, el ritmo de trabajo se mantiene constante, y de media se movilizan 5.000 m3 de residuos al día de los cuales 1.200 m3 corresponden al operativo de búsqueda.
En este momento los esfuerzos se centran en los trabajos que se están realizando en el desmonte 4, dividido en 4 fases, ámbito necesario para poder acceder a las últimas zonas prioritarias de búsqueda B1B y B1C.Para poder acceder a la zona de búsqueda, situada en la parte baja, es necesario retirar alrededor de 140.000 m3 de la parte superior, que permitirán para comienzos de marzo, acometer la búsqueda en la zona caliente, en condiciones de seguridad plenas a comienzos de marzo. Tapia ha apuntado además ya se ha completado la primera de las fases (40.000 m3) y comienza la segunda franja del desmonte.
Respecto a la calidad dela aire, los últimos resultados permiten finalizar la campaña de vigilancia relacionada con el incidente en diciembre.
Gestión de residuos
Tras el incidente de Zaldibar y el cierre del vertedero de Mutiloa el 29 del mismo mes se redujo la capacidad de vertido de residuos industriales de Euskadi en 850.000 toneladas. Para paliar esta situación el Gobierno Vasco, requirió a las empresas valorizadoras de residuos alcanzar el máximo de su capacidad autorizada y admitir con carácter preferente las corrientes de residuos de origen CAPV (Orden de limitación de vertido en Euskadi).
Así mismo solicitó a los titulares de los vertederos en funcionamiento que aceptasen la mayor cantidad posible de residuos industriales no valorizables y se les limitó el vertido de residuos con soluciones de valorización.
Con los datos disponibles en 2019 los vertederos vascos que recogían residuos industriales no peligrosos gestionaron 2,4 millones de Tn de residuos, mientras en 2020 han gestionado 1,6 millones. Esta reducción se debe fundamentalmente a los efectos negativos de la COVID en la producción industrial y al incremento de los porcentajes de valorización de residuos.
Según el sistema de recogida de información desde Euskadi únicamente se han destinado 46.000 Tn y 34.000 Tn a vertederos de Cantabria y La Rioja respectivamente. Las empresas vascas con motivo de la orden de limitación de vertido han realizado un verdadero esfuerzo en valorizar sus residuos.
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