Con la dirección de Fernando Trueba, guión de su hermano David y el papel protagonista de Javier Cámara se presenta hoy en el Festival de San Sebastián una producción «netamente colombiana» aunque de primeras no lo parezca. Sin embargo así es. ‘El olvido que seremos’ clasurará el Zinemaldi esta noche.
Si hay un libro emblemático de la producción literaria colombiana de los últimos años es ‘El olvido que seremos’: la historia real de Héctor Abad Gómez, un médico sin adscripción política y con un tremendo afán por la sanidad pública, un pionero de la vacunación contra la polio, un profesor de universidad y un defensor de los derechos humanos.
Veinte años después de su asesinato en la Colombia convulsa de los años 80, su hijo escribió su historia para que los nietos conocieran al abuelo con el que no llegaron a cruzarse y el libro se convirtió en un hito mundial que ahora, también, se verá en la gran pantalla.
Si en algo coinciden Fernando Trueba y Javier Cámara es en que la experiencia colombiana les ha cambiado «por dentro». Así lo han expresado hoy en la rueda de prensa en el Kursaal, una de las últimas de este Zinemaldi.
Fernando Trueba había leído el libro e incluso lo había regalado en varias ocasiones. «Me ofrecieron hacer la película y dije que no se podía. Me insistieron. Releí el libro y opiné igual, pero ya tenía el veneno dentro. De cara al guión hablé con el autor del libro, Héctor Abad Faciolince, pero me dijo que no sabe nada de cine y que además escribió el libro sobre la muerte de su padre llorando. Pensé en escribir yo el guión pero los productores tenían prisa».
Preguntado entonces por «una persona de confianza», Fernando Trueba le pidió el guión a su hermano David y a partir de ahí se dieron algunas carambolas. Un ejemplo: a Héctor Abad Faciolince le preguntaron qué actor podría encarnar el papel protagonista y dijo que hay uno que siempre le recuerda a su padre: Javier Cámara.
Y a partir de ahí comenzó un rodaje que Cámara ha calificado de «placentero» y también de emocionante, ya que hasta que llegó a Medellín no midió la importancia del papel que estaba representando. «Me paraban por la calle cuando me vestía de doctor. Fui a la universidad y vi un enorme grafiti con su cara», ha contado el actor, que a la hora de interpretar a Héctor Abad Gómez se centró sobre todo en el papel de padre de familia «con un inmenso amor por sus hijos».
La batalla de Abad Gómez sigue vigente 40 años después. Más que nunca se habla ahora de sanidad pública frente a la pandemia del Covid-19 y la violencia en Colombia, lejos de desaparecer, «vive un repunte cruel».
Para Trueba y Cámara la principal recompensa de su trabajo ha sido saber que la familia del médico «está feliz». Una de las nietas, por cierto, ha trabajado en el rodaje como ‘script’.
La ‘comunión’ entre el equipo colombiano y los dos españoles ha sido total y durante la rueda de prensa han volado las alabanzas por ambas partes (el productor y los actores colombianos han participado en el encuentro de forma telemática a causa de la pandemia que tantas ausencias ha provocado en este festival).
Respecto al acento de Javier Cámara, éste ha explicado que comenzó por practicar desde España el acento típico de Medellín y cuando llegó y escuchó las grabaciones que se conservan del médico asesinado tuvo que volver a empezar. «Ocurre que él había viajado, era profesor, hacía programas de radio… su acento era más europeo».
En este viaje intenso por encarnar al protagonista de la historia ha contado permanentemente con el apoyo de los actores Juan Pablo Urrego y Patricia Tamayo.
Cámara ha calificado de «apabullante» el talento latinoamericano en lo que se refiere al cine.
‘El olvido que seremos’ cierra hoy el Festival de San Sebastián, que pese a algunas ausencias provocadas por la pandemia ha tenido un notable nivel cinematográfico y ha transcurrido como la seda. Aunque todavía es pronto para hacer balances. Esta noche gala de clausura y entrega de premios.
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