(EFE). Tres mujeres y seis hombres integrarán el tribunal del jurado que desde el próximo lunes juzgará a los cinco acusados de la muerte de Santi Coca, el menor fallecido en 2019 tras recibir una paliza en el exterior de una discoteca de San Sebastián.
Un sexto encausado se encuentra huido de la justicia, circunstancia que en su momento obligó a retrasar hasta este viernes el inicio de la vista oral programada inicialmente para el pasado mes de marzo.
Tras conocer la fuga, la Fiscalía formuló una petición de aplazamiento, secundada por todas las partes, de la que también se hizo cargo el magistrado presidente, quien finalmente fijó el arranque del juicio para este mes de noviembre tras dar un plazo de varios meses para intentar localizar al joven huido, que aún permanece en situación de «búsqueda y captura».
Transcurrido este tiempo, la elección de los nueve miembros del jurado ha ocupado hoy viernes la mayor parte de la jornada, en la que también se han designado a las dos personas que ejercerán de suplentes (dos hombres) durante las próximas sesiones de la vista oral que finalizarán el próximo 5 de diciembre, aunque este plazo podría ampliarse en caso de ser necesario.
Constitución del jurado
Casi medio centenar de personas declarara a partir del lunes en calidad de testigos a lo largo de este juicio, que tendrá lugar en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa y en cuya sala de vistas también comparecerán más de 25 peritos.
Se da la circunstancia de que uno de los testigos que permanecía en paradero desconocido, lo que recientemente llevó a una defensa a solicitar un nuevo aplazamiento de la vista, ha podido ser citado finalmente al juicio, han informado a EFE fuentes del caso.
Tras el fin de semana, el lunes comenzarán a pasar por la sala los testigos, el primero de los cuales será Iker Coca, hermano de Santi, al que acompañaba cuando sucedieron los hechos.
La jornada siguiente será el turno de Fátima Hacine, madre del menor fallecido, quien comparecerá el mismo día en el que su hijo hubiera cumplido 22 años.
Los acusados, últimos en declarar
Aunque estarán presentes a lo largo de toda la vista oral, los cinco acusados serán los últimos en declarar, tras haberlo solicitado así sus abogados como forma de garantizar de esta manera un mejor ejercicio de su derecho de defensa.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 26 de abril de 2019 en el exterior de una céntrica discoteca donostiarra donde, tras recibir la paliza, Santiago Coca, que por entonces tenia 17 años, fue atendido por varios equipos sanitarios que luego lo trasladaron al Hospital Donostia donde falleció después de permanecer dos días en coma.
Cada uno de los acusados se enfrenta a una petición de veinte años de cárcel tanto por parte de la Fiscalía de Gipuzkoa como de la acusación particular que ejerce la familia del fallecido.
El Ayuntamiento de San Sebastián, personado como acción popular, reclama quince años de prisión para cinco de los procesados, si bien eleva hasta los veinte años su solicitud para el joven fugado, a quien atribuye haber propinado a la víctima la «última y brutal patada en la cabeza» cuando ya había perdido el conocimiento.
Deja un comentario