(EFE). El acusado de la muerte del joven de Urnieta Asier Niebla, quien murió en 2018 en San Sebastián tras ser golpeado por la expareja de una chica con la que conversaba, ha sido condenado a 12 años y 11 meses de cárcel por un delito de homicidio con el agravante de género.
Según la sentencia del caso, a la que ha tenido acceso EFE, el condenado deberá permanecer también 5 años en situación de libertad vigilada una vez cumplida la pena de prisión.
El procesado deberá indemnizar económicamente con 100.000 euros a cada uno de los progenitores de Niebla y con 40.000 a cada uno de sus dos hermanos.
El caso de Asier Niebla se situó el pasado noviembre en el centro de la opinión pública después de que el Ayuntamiento de Urnieta, de donde era natural, suscribiera una propuesta de modificación legal para que su vecino y el resto de varones puedan ser considerados víctimas de la violencia machista, al igual que las féminas.
Esta iniciativa fue contestada por colectivos feministas que consideraron «intolerable» que una institución pública como el consistorio crease «un debate ficticio mezclando conceptos y confundiendo a la ciudadanía» con su propuesta.
No obstante, el tribunal del jurado que enjuició el caso en la Audiencia de Gipuzkoa el pasado diciembre reconoció la agravante de género en este asunto, como demandaban las acusaciones particular, que ejercía la familia del fallecido, y popular, en representación del Ayuntamiento de Urnieta.
Ahora, en esta misma línea, la sentencia recoge que «el motivo único y exclusivo de la agresión fue que Asier Niebla se relacionaba con la expareja sentimental del agresor momentos antes de ser agredido, independientemente de que el contacto» entre la chica y el fallecido «derivara o no de una relación previa que ya se había iniciado entre ambos».
El texto judicial recuerda además que el encausado «había expresado repetidamente» a su excompañera que «si salía con otro chico» lo «atacaría», para impedir «que entablase una relación sentimental con otra pareja».
La sentencia agrega que, «con el ataque perpetrado contra Asier», el procesado «cumplió su previo aviso» y convirtió a la chica «en responsable de la muerte, al no haberse plegado a su voluntad y deseo posesivo respecto de ella».
«De esta forma, mató a Asier Niebla convirtiéndolo en víctima por razones de género del dominio ejercido contra su exnovia», zanja el texto judidial.
«Además -prosigue el documento-, volvió a ejercer su dominio sobre ella, coartando gravemente su libertad, ya que mató a Asier e impidió irremisiblemente su relación con él, pues destruyó la vida de la persona con la que libremente había decidido iniciar una relación sentimental».
La sentencia justifica, por otra parte, la aplicación de la agravante de género «en el contexto íntegro» en el que actuó el acusado para «acabar con la vida» de su víctima, «en cuanto que varón que se relacionaba» con una mujer que el procesado creía que «le seguía perteneciendo» y que, «por razón de su género, carecía de libertad de elección en materia afectivo-sexual».
Los hechos ocurrieron el 12 de agosto de 2018, primera jornada de las fiestas de la Semana Grande de San Sebastián, cuando sobre las 4.30 horas, el imputado, que se encontraba al «acecho» en la zona en la que sospechaba que podría hallarse su exnovia se topó con ella en el Boulevard, donde comenzó a increparla y a insultarla «fuera de sí», de una manera que llevó a la gente a «arremolinarse» a su alrededor.
Poco después, sobre las 5 horas volvió a coincidir en la calle Perujuantxo con se excompañera, que se encontraba conversando con Asier Niebla en el exterior de un bar, momento en el que «emprendió una veloz carrera y, tomando impulso, propinó un fuerte puñetazo al chico en la cabeza con el puño cerrado«.
«Al recibir el golpe en el cráneo -prosigue la sentencia- el agredido sufrió lesiones de tal gravedad que cayó desplomado al suelo, golpeándose» en la cabeza, tras lo que el imputado se situó sobre él para seguir golpeándole, «siendo necesaria la intervención de varias personas para conseguir separarlo», tras lo que huyó del lugar.
A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió lesiones de extrema gravedad, de las que fue intervenido de urgencia en el Hospital Donostia e ingresado en la UCI, a pesar de lo cual tuvo que ser operado nuevamente en otras dos ocasiones, para terminar muriendo casi dos meses después del incidente, el día 11 de octubre.
Atendiendo al veredicto del tribunal del jurado que enjuició el caso, la sentencia recoge ahora que el imputado llevó a cabo la agresión «conociendo» y «aceptando» la «alta probabilidad de que actuando de esta manera creaba un riesgo importante para la vida de Asier».
La sentencia precisa también que el inculpado «conocía y practicaba artes marciales como el ‘jiu-jitsu'» y «entrenaba con habitualidad con pesas y golpeando con el puño un saco y unos neumáticos, equipamiento que tenía instalado en su propio domicilio».
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