El comité de empresa de CAF ha vuelto a pedir a la compañía que se desvincule de la construcción junto a la constructora israelí Saphir de una nueva línea de tranvía en la ciudad de Jerusalén. El comité insiste en que empresas europeas como Alstom, Siemens y Systra (filial de la francesa SNCF), además de la canadiense Bombardier y la australiana Mcquarie, ya se retiraron de este proyecto antes de su licitación. «CAF no será el simple proveedor de un sistema ferroviario al uso, sino que será parte activa y protagonista en la política contra el pueblo palestino», advierten los representantes de los trabajadores.
Según el comunicado hecho público hoy CAF se encargará tanto del suministro de las nuevas unidades del tranvía como de la rehabilitación de las existentes en otra línea, además de la distribución de los sistemas de señalización y energía y del mantenimiento de las unidades.
«La peculiaridad del proyecto recae en que esta infraestructura servirá para unir diferentes asentamientos israelíes construidos ilegalmente en tierra Palestina. De esta manera las autoridades ocupantes pretenden legitimar y perpetuar dicha ocupación dotando a sus habitantes de medios de transporte e infraestructuras. Cabe recordar que la propia ONU declara ilegalmente ocupadas las tierras de Jerusalén», advierte el comité de empresa.
Según parece la autoridad Palestina ya se ha puesto en contacto con el Gobierno de España para que interceda y le pida a CAF que desista de participar en esta obra.
«Si todo ello fuera poco, nadie podría garantizar la seguridad del personal de CAF en el caso de que tuviera que desplazarse a pie de obra. Personal de CAF tendrá que acudir a una zona en conflicto y con ello la dirección de CAF pone en el ojo del huracán a sus propios trabajadores», insiste el comité.
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