(EFE). Trabajadores de Astilleros Balenciaga han urgido a tomar «medidas inmediatas» para salvar la empresa ya que hay «dos inversores muy interesados» pero continúa la cuenta atrás con el peligro inminente de que el día 31 de marzo finalice el ERTE, comiencen los despidos y se produzca el cierre de la compañía.
Representantes del comité de empresa de Balenciaga han comparecido este lunes en las Juntas Generales para informar de la situación en la que se encuentra la histórica factoría de Zumaia (Gipuzkoa) tras su entrada en concurso de acreedores.
La juntera del PSE-EE, María Jesús Egido, ha asegurado que el Ministerio de Economía está trabajando en la viabilidad de la empresa y ha indicado que parece que, «en breve», va a hacer pública una «solución» ya que hay dos inversores «muy interesados».
En este contexto, el representante de LAB, Imanol Beloki, ha exigido la implicación de las instituciones en este momento crítico para evitar el desmantelamiento de un astillero que emplea a 71 trabajadores, a los que hay que sumar otros 200 de subcontratas, y que es «tractor» para otras industrias auxiliares.
Beloki ha vuelto a responsabilizar a la sociedad pública Cofides de ser el principal obstáculo para la continuidad de la empresa ya que su «negativa a apoyar el plan de viabilidad» fue, a su juicio, un «factor determinante en el agravamiento de la crisis».
Ha expresado la preocupación de la plantilla ante el impago de un mínimo de cinco nóminas y la falta de respuesta de Cofides y otras instituciones.
En este sentido, ha hecho un llamamiento a la mesa institucional en la que participan gobiernos vasco y central, Diputación y Ayuntamiento de Zumaia para que ofrezca respuestas concretas e intervenciones efectivas.
Ha pedido que se intensifiquen los esfuerzos para la búsqueda de nuevo capital, se presione a Cofides para que flexibilice su postura y se analicen también las posibilidades de financiación pública.
En su opinión, la crisis de Balenciaga es un reflejo de la falta de una «política industrial clara y de la rigidez del mecanismo de apoyo» al desarrollo industrial.
El presidente del comité, David Tejera (CCOO), ha vuelto a defender la viabilidad del negocio y ha señalado que los trabajadores tienen constancia de que hay inversores interesados y carga de trabajo, aunque los plazos apremian. «El tiempo marcará si los esfuerzos de los trabajadores valieron la pena», ha sentenciado.
La comparecencia ha sido seguida por varios trabajadores del astillero y por el alcalde de Zumaia, Iñaki Ostolaza (EH Bildu), quien ha opinado que las administraciones deben hacer una política industrial «proactiva» para evitar situaciones como la de Balenciaga.
En declaraciones a los periodistas, Ostolaza ha denunciado el papel de Cofides y ha hecho un llamamiento tanto al Ministerio de Economía como al resto de administraciones para que intervengan.
«Ya hemos visto la reciente decisión con la empresa Talgo. EH Bildu lo ve con buenos ojos y es imprescindible profundizar en ese camino», ha subrayado.
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