(EFE/Redacción). Trabajadores de los centros de Atención Primaria han acusado a Osakidetza de «dejadez» y de haber llevado a cabo una gestión «penosa» que «ha colapsado» los ambulatorios, cuyo acceso se ha hecho «prácticamente imposible» para los ciudadanos, lo que hace que su salud se haya «resentido».
Médicos, enfermeras y personal administrativo de Atención Primaria se han concentrado a las puertas de los centros de Salud de las tres provincias, convocados por el sindicato de enfermería Satse, ELA, LAB, CCOO y UGT, para protestar por la situación por la que atraviesan.
Al acto llevado a cabo en el centro donostiarra se ha sumado la coordinadora general de Podemos Ahal Dugu, Pilar Garrido, junto con la juntera de esta formación Marivi Izagirre, así como el portavoz de EH Bildu en la cámara provincial, Juan Karlos Izagirre, y la parlamentaria de la coalición soberanista Nerea Kortajarena.
Dos representantes de los concentrados han leído un comunicado en el que han remarcado que la pandemia de covid-19 «no es la única razón» para justificar la «falta de medios personales y materiales».
«La gestión está siendo penosa y el impacto que tiene en la sociedad es evidente», han señalado.
Entre las deficiencias, han remarcado el seguimiento de los pacientes crónicos, «que se ha deteriorado por completo», ya que «al poner el foco en la pandemia se ha negado una atención imprescindible, muchas veces con consecuencias penosas».
Las consultas telefónicas que «dejaban de lado las presenciales son ahora una misión imposible», señala el comunicado, que indica que para gestionar las bajas, hacer un seguimiento de los tratamientos y tender las necesidades de salud que surgen a diario, han dejado a la deriva la Atención Primaria».
«Esta dejación afecta también a los hospitales y otros centros sanitarios», concluye.
La secretaria provincial de Satse, Pilar Mendia, ha señalado en declaraciones a los medios de comunicación que, tras la manifestación que se llevará a cabo el próximo 23 de enero en las tres capitales vascas, los convocantes de la protesta estudiarán si realizan nuevas movilizaciones, entre las que no se descarta la huelga.
La Atención Primaria está «totalmente colapsada», por lo que algunas personas pierden la paciencia y se han llegado a producir agresiones «incluso físicas», ha señalado Mendia.
«Esta es una situación que soportan enfermeras, médicos y administrativos cuando están dando el 200 por cien de su capacidad y la dirección no pone soluciones», ha indicado.
Mendia ha explicado que las reclamaciones al Gobierno Vasco pasan por que la Atención Primaria «vuelva a ser la puerta de entrada» al sistema sanitario y Osakidetza ofrezca «solución a los problemas estructurales», además de un incremento de la contratación.
Para ello «es necesario elaborar un plan estratégico profundo para reformar la Atención Primaria», ha concluido.
Un enfermero del centro de Ondarreta que ha participado en la concentración ha denunciado que el Gobierno Vasco «decidió hace tiempo que desaparezca la Atención Primaria y esto es una gota más».
«Al final, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha tirado la toalla y la situación es un caos«, ha subrayado el enfermero, que ha criticado que se lleve a cabo una campaña de vacunación «y al final se cuide solo a los que no se vacunan».
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