La publicación ‘Un eibarrés extraordinario: Toribio Echevarría (1887-1968)‘ escrita por Pedro Berriochoa Azcárate será presentada mañana martes a las 19 horas en el salón de Actos de la Casa de Cultura Portalea. En el acto estarán el propio autor, el alcalde de Eibar Miguel de los Toyos y Ander Aizpurua, presidente de Kutxa Fundazioa.
‘Un eibarrés extraordinario: Toribio Echevarría (1887-1968)’ es una aproximación a la figura de un hombre sorprendente, a la vez eibarrés y a la vez universal. El libro tiene tres partes. La primera traza una biografía de Toribio a través de sus muchas vicisitudes. La segunda parte analiza sus libros y escritos bajo un triple eje: como memorialista, como hombre entregado al estudio del dialecto eibarrés y como ensayista. La tercera parte es la más amplia y estudia su personalidad a través de sus ideas, aficiones y trabajos. El autor recoge mayormente lo que el propio Toribio nos mostró de sí a través de sus libros y su correspondencia.
El autor del libro, Pedro Berriochoa Azcárate (Urretxu, 1958) es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Deusto, en Antropología por la EHU-UPV, ingeniero técnico agrícola por la Universidad Pública de Navarra y doctor en Historia por la EHU-UPV. Ha sido profesor de Geografía e Historia de Enseñanza Media y de Antropología en la Facultad de Filosofía de la EHU-UPV. Es autor de cinco libros, el más importante, el de su tesis: Como un jardín. El caserío vasco entre los siglos XIX y XX. Sus líneas de trabajo se centran en la historia agraria y en la historia cultural.
La afición a la lectura llevó pronto a Toribio Echeverría al interés por la política y en ella por la problemática social y la lucha de clases. Ingresó en el PSOE y en UGT, donde se convirtió en uno de los líderes de la evolución del socialismo utópico al socialismo pragmático. Participó muy activamente en la construcción de la Casa del Pueblo de Eibar y en la constitución de las primeras cooperativas de consumo e industriales; su implicación y asesoramiento fueron fundamentales en la creación de Alfa en 1920, primera cooperativa industrial moderna del País Vasco. Los propios obreros cooperativistas requirieron a Toribio Etxebarria para ser gerente de la cooperativa que pronto pasaría de la fabricación de pistolas a la de máquinas de coser.
Mantuvo una actividad muy intensa en la Segunda República y durante la Guerra Civil teniendo que partir al exilio al término de la misma, viviendo hasta 1941 en Francia, primero en París, donde fue administrador general de una junta de auxilios de Republicanos, entidad presidida por Prieto, y más tarde en las proximidades de Tolouse. Viajó a Caracas desempeñando diferentes trabajos de gerencia en una editorial, colaborando en distintas publicaciones y en radio. Es durante este período cuando mantuvo una importante relación epistolar con amigos y diversas personalidades políticas e intelectuales del País Vasco y desde donde también colaboró en periódicos y revistas como El Socialista, Euskera, Euzko-Gogoa, Egan, Olerti o Eibar.
Su trabajo literario fundamentalmente se realizó en su exilio venezolano: recompuso sus obras metafísicas y conceptualistas escritas en 1934 y su estudio sobre el léxico y el verbo auxiliar en el euskera eibarrés le sirvió para recibir el nombramiento de académico por parte de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia). Escribió un ensayo sobre la experiencia socialista vista desde Eibar y un libro crítico sobre la vida de Jesús a través de los Evangelios. También publicó tres ensayos sobre la lucha social y la guerra civil.
En Kutxa siguen con el afán de contribuir a la edición de publicaciones como ésta sobre la historia gipuzkoana. «Porque editar es una de las principales contribuciones que un agente cultural comprometido con la sociedad puede hacer a la cultura, a la presente y a la futura como legado», afirman desde la entidad.
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