«Todo sigue igual». Así se resume la situación de Pablo Ibar, el preso estadounidense de origen vasco cuyas últimas horas tras haber sido considerado culpable de triple asesinato han sido muy convulsas. Sin embargo, tal y como expresó ayer la asociación que lleva su caso y está impulsada por la familia, «el 4 de febrero hay una audiencia de las partes con el juez para tratar cuestiones procesales de cara a la fase de sentencia que se inicia el día 25 de febrero». Es decir, que las últimas 48 horas no han contado pese a que se abrió una esperanza para la familia, que volvió a ver luz en el caso.
Cabe recordar que la víspera de San Sebastián el jurado declaró por unanimidad culpable a Ibar, que ha pasado 24 años de los 46 que tiene en la cárcel y 16 en el corredor de la muerte por un triple asesinato en Florida (EEUU) cuyo juicio volvió a ser repetido porque el preso no contó con las garantías procesales correspondientes.
Cuatro días después, sin embargo, se supo que un miembro del jurado se había retractado. «Que un miembro del jurado se haya retractado indica que el jurado se ha dejado guiar por las vísceras del fiscal y no por las evidencias del juicio», expresaron desde la asociación, conscientes de que ahí se abría una esperanza enorme que el juez Dennis Bailey, sin embargo, cortó de cuajo no convocando a dicho jurado y no admitiendo, por ello, una nueva declaración.
Sí tuvo en cuenta Bailey a otro jurado (suplente, en realidad) que según dijo pudo contar con información que no debía sobre el caso. Tras reunirse con las partes implicadas Bailey decidió retirarle del caso.
«Todo sigue igual», resumió la asociación por las redes. Sólo pesa el veredicto de culpabilidad de Ibar. A partir del 25 de febrero se sabrá su condena, que será perpetua o de muerte. «Apelaremos hasta donde sea necesario», afirmaron los familiares tras conocerse la sentencia el pasado 19.
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