En el corazón de la mágica sierra de Aralar
Cada año, a principios del mes de agosto, la efigie de San Miguel de Aralar, abandona por unas horas su templo en lo alto de la montaña, y visita la acogedora ermita de Igaratza
Cada año, a principios del mes de agosto, la efigie de San Miguel de Aralar, abandona por unas horas su templo en lo alto de la montaña, y visita la acogedora ermita de Igaratza