Stop Desahucios, Alokairu-Benta Berri e Inquilinos Azora han lanzado un comunicado conjunto sobre el «nuevo pelotazo urbanístico de la Iglesia en Donostia», concretamente en los terrenos del Convento de las Salesas de Intxaurrondo Zaharra. Según la nota, es «un escándalo y una vergüenza» que la Iglesia busque que el próximo Pleno apruebe la construcción allí de «15 viviendas de alto standing». Para los tres colectivos, la institución eclesiástica «se está comportando como un fondo buitre más, especulando con la vivienda como Blackstone y Azora», cuando «si es fiel y coherente con su doctrina» debería fomentar allí «viviendas para alquiler social».
También critican en su nota al Ayuntamiento: «Bien conocida la situación de emergencia habitacional que se vive en Donostia desde hace muchos años», el Consistorio «debería dirigir su política urbanística no a favorecer las promociones privadas, sino a la construcción de viviendas de VPO (viviendas de protección oficial) en régimen de alquiler». Y también exigir en todas las promociones, «dados los abusivos precios del alquiler en Donostia, un porcentaje mucho mayor del mínimo establecido por la Ley de Vivienda Vasca, que señala que al menos un 40% de las viviendas edificadas en suelo urbano sean destinadas a VPO».
Para los tres colectivos en los últimos años, «incluida la pandemia, la Iglesia Católica «ha estado y sigue especulando con sus propiedades, estando además exenta de pagar el IBI de éstas, ya que tanto el obispado como otras órdenes religiosas han ido vendiendo centros de culto, conventos y colegios a inversores y grandes tenedores para la construcción de hoteles y/o apartamentos turísticos». La Iglesia se ha sumado así «al negocio especulativo del turismo en Donostia, en vez de dedicarlos, como marca su doctrina, al uso residencial, incrementando con ello el número de viviendas para alquilar o vender a precios asequibles, tan necesarias en esta ciudad en la que sobran hoteles y apartamentos turísticos».
Citan asimismo «los numerosos edificios religiosos que se han reconvertido o se están reconvirtiendo en alojamientos de uso turístico». Son, «entre otros, el Convento de San Bartolomé, el convento Siervas de María en San Martín, el edificio que era del Obispado frente al Buen Pastor, el convento de las Reparadoras en la calle Manterola, el convento de Santa Teresa en la Parte Vieja, la ikastola Miren Bihotza-Colegio de Corazón de María en Sagües, el centro educativo María Inmaculada en Jai-Alai», etcétera.
A todo ello «hay que sumar que no se conoce aún con exactitud cuántos son los inmuebles que han sido inmatriculados -en el Estado en general y en Euskadi en particular- por la Iglesia y órdenes religiosas como propiedades suyas. Sin tener derechos legítimos sobre esos bienes, inmuebles que además de no haber pagado el IBI durante años pueden estar en estos mismos momentos dentro del negocio inmobiliario».
Deja un comentario