Twin & Chic, la firma de moda infantil donostiarra que traspasa fronteras

Twin & Chic nace casi al mismo tiempo que los gemelos de su fundadora, Erika Gómez. La búsqueda fallida de encontrar prendas realizadas a partir de materiales sostenibles, respetuosos con la piel de los niños, la naturaleza y las personas que trabajan toda la cadena de valor son las razones que llevan a la diseñadora a emprender su proyecto personal. La marca, de estilo atemporal, sostenible y orgánica, tiene un claro propósito: cuidar el futuro de los más pequeños.

Su colección presenta prendas para bebé y para niños y niñas hasta 12 años. Cada una de sus piezas está confeccionada con materiales biodegradables y fabricadas con lino y algodón, evitando tóxicos que perjudiquen la salud, tal y como demuestra la certificación G.O.T.S. En un futuro, no muy lejano, la marca quiere apostar por su propia fragancia infantil. Estamos seguros que será todo un éxito como cada uno de sus nuevos proyectos.

Erika trabaja con talleres locales de San Sebastián y Galicia, consiguiendo así minimizar la huella de carbono, generar empleo local y potenciar la trazabilidad en las condiciones laborales y preservar las tradiciones textiles ya en desuso.

Su lema #futureisforourchildren recoje los tres pilares fundamentales de la marca:

– Salud y bienestar

– Consumo y producción responsable

– Acción por el clima

Su ADN marca el desarrollo de todos los procesos y decisiones de la marca, sustentados bajo los principios de la economía circular. Su propuesta de valor ha sido reconocida con el premio ‘Best Children Eco Fashion Brand’ de Junior Magazine UK, con 20 años de trayectoria. Sin duda, un importante reconocimiento que afianza más un proyecto que apunta alto.

La diseñadora, en los últimos meses, se ha embarcado en nuevos proyectos de los que ya se empiezan a conocer los resultados: la inversión en La Bolsa Social, su internacionalización en el mercado asiático y su estrecha relación con la Universidad de Navarra.

Twin & Chic acaba de abrir una ronda de inversión a través de La Bolsa Social, con la que pretende recaudar hasta 125.000 euros. La financiación se va a destinar a ampliar el equipo de innovación, producción y diseño para poder desarrollar colecciones más amplias y diversas (casualwear y homewear) realizadas con los materiales más innovadores de bajo impacto ambiental; y a fortalecer su propuesta de producto dermosaludable, en colaboración de la Universidad de Navarra, con la que firmaron un acuerdo en 2019 para desarrollar un proyecto textil en torno a la salud de la piel de los niños.

Respecto a su proceso de crecimiento internacional, niños japoneses, italianos, holandeses o austriacos visten las prendas sostenibles de una firma española que, con tan solo un año y medio en el mercado, ya ha obtenido reconocimiento internacional. La marca tiene una gran acogida en Japón, país en el que lleva a cabo más del 10% de sus ventas, y en Italia, que representa casi el 15% del total.

Hablamos con Erika sobre estas tres iniciativas que marcan la trayectoria y posición actual de la firma.

¿Cómo surge la idea de entrar a formar parte de La Bolsa Social?

Surge a raíz de conocer el caso de la marca de complementos sostenibles Hemper, que se financió con éxito a través de esta plataforma. Además, es la vía perfecta para la financiación de un proyecto como Twin&Chic, cuyos valores de marca son el pilar de su ADN; valores que compartimos con la comunidad de La Bolsa Social.

¿Que beneficios reporta a la marca?

Los beneficios son múltiples: reforzar nuestro crecimiento gracias a una comunidad que comparte nuestra forma de ser y de hacer. Además, la Bolsa Social nos está permitiendo que la comunidad que ya se encuentra alrededor de Twin&Chic (clientes, proveedores, colaboradores, mentores, instituciones, Family&Friends,…) pueda formar parte de la marca. Por otro lado, la solvencia de La Bolsa Social es un aval para los inversores. Sin duda, gracias a La Bolsa Social, estamos dando a conocer nuestro proyecto a un mayor número de personas.

¿Cuál es el proyecto que une a Twin&Chic con la Universidad de Navarra?

El proyecto con la Universidad de Navarra lo llevamos trabajando con ellos desde el origen de Twin&Chic. Siempre hemos creído en aportar valor en el sector de la moda a través de la salud, y en este caso, de la salud de la piel de nuestros niños. La Universidad ha sido un compañero de viaje con el que hemos podido contar en todo momento y nuestro aval en materia técnica, tanto en el sector, como en sostenibilidad, como en salud de la piel.

¿Cómo te lanzas a dar el gran paso de la internacionalización?

Desde el inicio concebimos Twin&Chic para un mercado global, con el fin de crear impacto positivo en el mayor número posible de familias. Además, el estilo de la marca encaja en multitud de mercados. El primer paso fue nuestra asistencia a la feria internacional de Pitti Bimbo, en Florencia, con nuestra primera colección de otoño-invierno. Los mercados de enfoque son España, Italia, Reino Unido y Japón, en una primera fase. En una segunda fase hablaríamos de mercados más complejos como EEUU, Middle East, México o Colombia y Asia.

Los últimos meses el mundo entero ha vivido una situación inédita y de incertidumbre debida al Covid-19. ¿Cómo ha afectado esta pandemia a la marca?

La pandemia nos ha permitido fortalecer el canal digital, y en el futuro, éste será uno de nuestros principales canales, superando al offline en 2023 según nuestro plan de negocio. Sin embargo, el canal offline es totalmente necesario e importante para transmitir una experiencia de marca completa: la buena boutique multimarca, los department stores, y en el futuro, nuestra propia flagship. Además, nuestra preocupación por la salud y la sostenibilidad social y medioambiental están totalmente alineadas con las prioridades del “nuevo consumidor” post-Covid.

Una marca donostiarra con un importante reconocimiento que viene dado por el valor de la marca y que promete multiplicar el valor del proyecto en un corto periodo de plazo.

¡Deseamos mucha suerte en los tres proyectos no solo a la marca sino también a Erika, su alma máter.