Eulalia Abaitua, la primera fotógrafa vasca, es la protagonista en el Museo del Traje de la villa guipuzcoana
Nos adentramos en noviembre y nos damos cuenta que en poco más de un mes estamos inmersos en las Navidades. Para mí es una de las fiestas más especiales del año. Siempre he vivido estos días con mucha ilusión; probablemente porque mi ama las vive con una magia especial y nos lo ha transmitido así a mi hermana y a mí. Vivo con mucha emoción las tradiciones de estas fechas y sobre todo las de nuestra ciudad.
Sin duda, una de estas tradiciones es vestir con el traje de baserritarra durante los días de Navidad, más concretamente el día de Santo Tomás y el de Nochebuena. Y yo no pierdo la oportunidad de vestirme con la indumentaria que caracteriza a todos los vascos. Más allá del uso que se le da hoy en día para diferentes festejos del territorio, el traje de baserritarra es la vestimenta que utilizaban nuestros antepasados, forma parte de nuestra cultura y tenemos que llevarlo con orgullo y respeto.
Para conocer la indumentaria de nuestras raíces, Jantziaren Zentroa ha abierto sus puertas a “Baserritarrak”, una exposición que rinde homenaje a la fotógrafa Eulalia Abaitua, gracias a cuya obra conocemos en detalle la manera de vestir de los baserritarras. La muestra la componen quince trajes, trece de mujer y dos de hombre, reproducciones de las fotografías de baserritarras de Eulalia Abaitua que también podemos apreciar en la misma sala, junto a su correspondiente réplica.
Como ya hemos comentado, el origen del traje de baserritarra está en nuestros antepasados y aunque pasaban todo el día trabajando en el caserío, cuidaban mucho su vestimenta. En una época en la que el dinero y los recursos escaseaban, se aprovechaban todos los tejidos que tenían por casa: sábanas, manteles… aunque también llegaban tejidos traídos de otras ciudades como el algodón, el lino y telas con estampados como las rayas, las flores o los cuadros. El no tener posibilidades para elegir entre los tejidos y el uso destinado a trabajar en el campo hace que no sean trajes conjuntados, de ahí que los trajes de caseras se compongan con retales de todo tipo de telas.
Los trajes de baserritarra datan desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta principios del siglo XX. Esta indumentaria cuenta con un sinfin de variedades.
En el traje baserritarra de la mujer destaca la falda y su largura, los diferentes contrastes de tejidos y la fusión de varios colores. La falda va en superposición con una enagua confeccionada en algodón. La camisa es de lino y cuello mao con delicados detalles de encaje en cuello y puños. El chaleco es de un único color y de paño que, en ocasiones, se sustituye por una toquilla de lana. No podemos olvidar el pañuelo en la cabeza. El calzado tradicional son las abarcas.
El traje de baserritarra masculino lo componen unos pantalones de finas rayas claras y oscuras que terminan en el tobillo cubiertos por unos calcetines de lana blancos. La parte superior se cubre con un blusón blanco. En los últimos años, los baserritarras visten con el kaiku, una prenda exterior típica vasca, que además de darle un toque más actual es perfecto para las temperaturas del invierno. La txapela y el cinturón o fajín complementan el traje. Al igual que las mujeres, el calzado habitual es la abarca o alpargata.
Eulalia Abaitua Allende-Salazar
Eulalia Abaitua Allende-Salazar nació en Bilbao el 25 de enero de 1853 en el seno de una familia burguesa. Coincidiendo con la tercera Guerra Carlista, la familia se trasladó a vivir a Liverpool y durante su estancia en Inglaterra, Eulalia Abaitua descubrió la fotografía, los materiales y la técnica. Cinco años más tarde regresó a Bilbao e instaló en el sótano de su casa el laboratorio fotográfico y empezó a retratar el universo que la rodeaba.
Abaitua destacó por la calidad técnica de sus fotografías, todas ellas sacadas en exteriores y con luz natural. Las mujeres son las protagonistas de casi todas sus imágenes: planos de busto, medios, americanos y cuerpo entero.
La fotógrafa fue testigo del cambio de siglo, y supo captar con sus fotografías una época que desaparecía, la rural, y otra nueva que llegaba, la industrial. Eulalia Abaitua murió en 1943, a la edad de 90 años.
Las imágenes de Eulalia Abaitua se conservan en el Museo Vasco de Bilbao. Son más de 2.500 instantáneas, de las que se pueden consultar 1.369. El trabajo de la fotógrafa empezó a conocerse a partir de 1990, a través de exposiciones temporales y publicaciones organizadas por el museo.
Si no te quieres perder esta increíble exposición, puedes visitarla de forma gratuita hasta el 7 de enero, los sabados de 11h a 14h y de 17h a 20h o los domingos y festivos de 11h a 14h en la calle Kapitan Enea número 6 de Errenteria.