¡Hola a tod@s! Primer post del año que espero sea fructífero en lo que a temas de moda se refiere. Por lo pronto, la madrugada del domingo al lunes se celebraron los Globos de Oro y con ellos la primera alfombra roja importante de este 2018. Por ella han pasado los principales actores y actrices del cine y la televisión. Todos con sus mejores galas en negro, dress code impuesto por la plataforma Time’s Up para protestar contra los abusos sexuales y la discriminación en Hollywood. Pero detrás de esos looks maravillosos que vemos en cada evento o alfombra roja está el arduo trabajo, en la sombra, de los estilistas.
Un sector, dentro del ámbito de la moda, cada vez más profesionalizado. Su objetivo: sacar lo mejor de cada persona tanto en la forma de vestir como en la de maquillarse y peinarse. Mejorar la imagen de cada cliente y, por supuesto, que se sienta cómoda en ella. Acuden a ellos desde personalidades del mundo empresarial y financiero a políticos. Los más conocidos, por supuesto, los actores, actrices y famosos o celebrities. Porque detrás de una imagen empoderada, tenedlo bien claro, hay un gran estilista.
Las más conocidas son mujeres, algunas ya celebrities en sí mismas como Rachel Zoe que cuenta entre sus clientas con dos pesos pesados: Jennifer Lawrence y Sofía Vergara. Con la primera tiene toda la colección de Dior a su entera disposición por el contrato millonario que la actriz tiene con la firma. Y todos sabemos que de la escultural Sofía se habla siempre se ponga lo que se ponga.
El criterio no se centra en el número de clientes famosos de cada estilista sino en que en su cartera esté el nombre de la celebridad con el look más comentado y laureado en redes sociales y medios de comunicación. Es el caso de Petra Flannery que está detrás de los perfectos looks de alfombra roja de Emma Stone, Zoe Saldana, Claire Danes, Reese Witherspoon, Amy Adams y ahora también de “la madre de dragones”, Emilia Clarke. Viene pisando fuerte y me encantan los look que elige Karla Welch para sus clientes entre los que están Justin Bieber, Karlie Kloss, Olivia Wilde o Sarah Paulson, una de mis favoritas siempre y de la que me declaro fan absoluta.
Arianne Phillips ha sido y es la estilista de los cantantes más llamativos. Lenny Kravitz, Justin Timberlake, Courtney Love y, actualmente, Madonna son clientes suyos. Es especialista en encontrar las piezas más raras y versátiles. Nadie queda indiferente ante los looks de la diva del pop en sus apariciones públicas y menos en los reportajes fotográficos que protagoniza. Elizabeth Stewart tiene como clientas a Julia Roberts, Jessica Chastain, Viola Davis, January Jones y Cate Blanchett, siempre entre las primeras en las listas de mejor vestidas.
A nivel nacional destacan dos nombres; Ana Antic es la estilista de las celebrities españolas y una figura muy influyente de la moda comercial. Se ha encargado de los estilismos que lleva Elsa Pataky en la última campaña de una conocida marca de ropa interior. Cristina Reyes es la encargada de aconsejar a la reina de corazones, Isabel Preysler, y a sus hijas, Tamara Falcó y Ana Boyer.
Y aunque, aparentemente, las mujeres dominan en esta profesión, hay muchos hombres detrás de las listas de las mejores vestidas. Algunos muy importantes y con gran peso dentro del sector. Es el caso de Law Roach, el estilista del momento. Ha sido el encargado del relanzamiento, en lo que a moda se refiere, de Céline Dion. La diva se ha convertido en todo un icono de la moda gracias a él. Es el llamado Célinaissance. Llevan algo más de un año trabajando juntos aunque su primera clienta conocida es Zendaya, actriz y cantante. Empezó a asesorarle cuando sólo tenía 15 años. Hoy protagoniza la última película de Spiderman y reina en todas las alfombras rojas.
Brandon Maxwell ha sido el encargado de operar el cambio en el estilo de Lady Gaga. Además de estilista es diseñador con marca propia. Suyo es el vestido negro con el que la diva recogió el premio Golden Globe como mejor actriz de miniserie por American Horror Story: Hotel. La ex primera dama norteamericana, Michelle Obama, ha lucido en varias ocasiones sus creaciones. Personalmente, me encanta lo que hace.
Joseph Cassell es el encargado de las prendas elegantes, arriesgadas e hiper femeninas que luce Taylor Swift. Llevan ocho años trabajando juntos y suyo es el cambio radical de estilo de niña preppy al grunge y rompedor de los últimos tiempos.
Los estilismos siempre sexies y llamativos de Jennifer López llevan la firma de Rob Zangardi con la que lleva trabajando más de 6 años. También es el responsable de los looks de Gwen Stefani, el precioso Dior que lució Jessica Biel el pasado lunes, o los vestidos de Katy Perry en la última edición de los MTV VMA’s. Los atrevidos outfits de Rita Ora los firma Jason Rembert que también es el artífice del cambio de estilo de Zayn Malik tras salir de One Direction con unas propuestas que mezclan el street style con la sastrería más relajada. Por último, Ryan Hastings es el encargado de asesorar a Jennifer Aniston con un estilo siempre elegante aunque más conservador.
Aparentemente ser estilista es un trabajo sencillo pero ya os digo que no lo es en absoluto. Saber adaptar las tendencias y los diferentes estilos arriesgando en las propuestas y que no quede ridículo u ordinario no es nada fácil. La actitud de la persona que lo viste también es importante ya que cualquiera no se atreve a lucir determinados diseños bien sea por tener demasiadas transparencias, un escote pronunciado o muchas aberturas. No solo es cuestión de que hablen de ti sino de que lo hagan bien, de conseguir estar en las listas de mejor vestid@s, y que las redes sociales se llenen de comentarios. Además es un servicio que no todos nos podemos permitir. Una hora de trabajo de los estilistas de los hemos hablado puede llegar a costar entre 1.500 y 3.000€. No me importaría ponerme en manos de alguno de ellos alguna vez pero, de momento, tendré que conformarme con mi propio criterio. ¡Hasta pronto!