El buque de Salvamento Marítimo Humanitario, Aita Mari, espera la autorización para desembarcar. «Las comunicaciones con las autoridades europeas son constantes, pero todavía no se ha recibido respuesta alguna para poder desembarcar a todas estas personas en un puerto seguro. Algunas de ellas llevan a bordo 7 días, otras 6 y 5 las que menos».
Hay 112 personas a bordo que han sido rescatadas de una muerte segura en el mar o salvadas de ser llevadas a Libia, donde los atentados a los derechos humanos son constantes.
«Estas personas que están a bordo tienen importantes diferencias culturales. Familias con niños que requieren atención especial conviven en espacios muy reducidos con otras personas en una situación diferente. Además del sufrimiento que llevan acarreando en sus vidas, se le suma la ausencia de respuesta por parte de las autoridades que tienen la responsabilidad de coordinar un desembarco urgente y seguro», advierte la tripulación.
Como consecuencia de esta situación, ayer por la tarde se produjeron conflictos y peleas. Varios migrantes a bordo comenzaron una huelga de hambre que mantendrán mientras no puedan pisar tierra firme en condiciones seguras.
«Exigimos y alzamos en voz alta a los responsables políticos para que pongan fin, de manera inmediata, a esta situación de sufrimiento prolongado a bordo de Aita Mari, antes de que se pueda producir una desgracia», advierte la tripulación.
«Hoy, Dia Mundial de las Personas Refugiadas, no tenemos nada que celebrar y sí mucho que contar. Somos testigos de primera mano de las injusticias sociales y de la vulneración de Derechos Humanos que arbitrariamente se realizan sobre personas procedentes del continente africano», añaden.
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