«Pasé de la rabia a un sentimiento contrario en muy poquitas horas». Quien habla es la responsable de Comunicación de la Fundación Emaús Begoña Cabaleiro, que paseaba este domingo temprano por el Centro donostiarra y decidió acercarse a la exposición que la Fundación Emaús había inaugurado el pasado viernes junto al Ayuntamiento donostiarra. Y cuál fue su sorpresa cuando descubrió que alguien había logrado entrar en la carpa («que estaba cerrada») y no dejó títere con cabeza tal y como se ve en la imagen.
«La muestra no tiene objetos de valor, su objetivo es concienciar sobre los residuos de usar y tirar y sobre la necesidad de reciclar, así que simplemente habían destrozado todo porque sí», explica Cabaleiro, que todavía llega enfadada a este punto de la historia.
La mujer cambia el tono cuando reconoce que «de repente pasó algo bonito». Primero entró una señora que se iba a trabajar. Me preguntó si podía ayudar. Le dije que sí y empezaron a aparecer más manos para arreglarlo todo».
En unas horas la muestra volvió a estar presentable y con el objetivo vivo de animar a reciclar a quien la visite. Y Cabaleiro, que de primeras había pensado que «la raza humana merece extinguirse», se congració en parte con la sociedad aunque se sigue preguntando cómo es posible que se practique el vandalismo junto al Ayuntamiento, en pleno Centro donostiarra, donde es habitual la presencia policial.
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